¿En qué creer?

No tienes más que subirte, dar a los pedales, mirar hacia adelante, mantener el equilibrio y ya está. Todos los que sabemos montar bicicleta entendemos eso,  pero por supuesto, eso no es explicar algo.

No tienes más que subirte, dar a los pedales, mirar hacia adelante, mantener el equilibrio y ya está. Todos los que sabemos montar bicicleta entendemos eso,  pero por supuesto, eso no es explicar algo.

Y algo así pasa cuando los políticos explican la deuda externa, las tarifas de la energía y la gasolina o cualquier otro tema económico. Todos dicen, estén o no en la oposición, qué hay que hacer y qué no, hasta que llegan y te dicen “déjame que yo lo haga y vas a ver”.

Si les dejas enseñarte cómo es, cómo se hace lo que ellos ven tan fácil desde sus ansias de controlar, siempre te hacen caer de la bicicleta y la explicación se vuelve entonces más compleja.

Las tarifas de los combustibles y la de la electricidad parecen ser las fórmulas más complicadas del mundo.

Sus cálculos son algo irresoluble, con misteriosos procedimientos que parecen no moldeables ante cada variable que cambie.

Porque pase lo que pase, los que dirigen los organismos sólo atinan a aumentar las tarifas, a aumentarlas si sube o si baja.

No importa que baje el precio del petróleo o del dólar, siempre hay una explicación para decir que si bajan los insumos, no tienen por qué bajar los precios de los productos finales y, lógicamente, si suben, suben, y si vuelven a bajar, vuelven a subir. Casi una burla.

Pero es que estamos en tiempos raros, revueltos. Tiempos en que una agencia privada del sistema global se atreve a quitarle una A a la calificación de los Estados Unidos de América. USA, el arquetipo de la solidez financiera capitalista siendo ninguneada por un grupito de econometristas y especuladores profesionales. Un grupito que no tiene marines, portaviones o bomba atómica,  pero que con un par de párrafos ponen en dudas el tótem capitalista.

Dice Standar & Poors que: “La efectividad, la estabilidad y la predictibilidad del diseño de políticas en EE.UU. se han debilitado en un momento de persistentes desafíos fiscales y económicos”.  Esto quiere decir que USA no es ya  lo que era, que ha cambiado tanto que hasta una agencia particular se atreve a decir que sus políticas no son confiables.

La ultraderecha dice que era lo menos que se podía esperar que le pasara a USA, donde dejan que se casen homosexuales, que gobierne un negro y que se hipotecan ante China. Evidentemente que algo anda mal, que las explicaciones no aclaran nada y que estamos en tiempos revueltos.

¿A quién creer? Crea en usted, llénese de valores espirituales y enriquezca su intelecto, que eso no se lo quitará nadie. Esos son valores seguros que no toca S&P.
Fernando Casanova  es abogado

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