Al Horford sabe que los playoffs de la NBA son como cualquier cinta de videojuego: a medida que avanzas todo se complica más y más. Es el caso que le ocupa ahora en la víspera de un enfrentamiento ante los Cavaliers de Cleveland, en la final de la Conferencia Este de la NBA.
El ala pívot dominicano reconoce que los Cavaliers tienen al mejor jugador del planeta, pero tiene más que claro que sus Hawks de Atlanta no están en esa instancia por casualidad.
Eso significa que Horford sabe que tienen enormes posibilidades de ganar la serie al mejor de siete partidos y alienta su argumento en lo que sucedió en la temporada regular cuando Atlanta se llevó tres de cuatro partidos ante Cleveland. “Siento que tenemos oportunidad de ganarles. Ellos son un buen equipo y han dominado en esta postemporada, pero los juegos hay que jugarlos”, dijo a elCaribe Horford por la vía telefónica. “Tenemos que jugar como lo hicimos el año completo, con muy buena defensa en equipo y en ofensiva tenemos que llevar el tipo de ritmo de juego que nos favorece a nosotros, que es un ritmo rápido de juego, así es que jugamos y creo que esa es la clave para nosotros”, agregó. El jugador de 28 años se considera un tipo que no se deja intimidar por nada ni por nadie. El hecho de que Cleveland cuente con el mejor jugador del planeta, LeBron James, y con uno de los mejores armadores de la NBA, Kyrie Irving, no lo intranquiliza.
Alfred Joel promedió 17 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias frente a Cleveland en tres partidos en la vuelta regular. El miedo no existe para él. “No se le puede tener miedo a nadie si estás jugando”, apuntó. “No soy un jugador que me dejo intimidar de nadie”, afirmó mientras recordada la presión a la que era sometido por Kevin Garnett, cuando el espigado centro jugaba en Boston.
Horford reconoce que para ser campeón de la NBA debe tener y pasar este tipo de retos. Pasar por sobre LeBron y sus Cavaliers, entiende, le prepararía para algo mayor.
Su enfoque está totalmente en los Hawks y en la postemporada, así que no ofreció mucho cuando se le tocó el tema de la selección nacional de baloncesto. “Eso es secundario”, afirmó. “Tengo una oportunidad muy grande por delante y uno no puede estar pensando en mañana, hay que enfocarse en hoy y así es que estoy tomando todo”.
Al dejó claro que él representa a la República Dominicana cada vez que sale al tabloncillo con Atlanta. “Represento a mi país en el nivel más alto de baloncesto que existe”, dijo. “Mejor de ahí se daña”. Kenny Atkinson, asistente del dirigente de los Hawks, Mike Bunderholzer, fue nombrado recientemente como el dirigente de la selección nacional de baloncesto.
Deberes de padre
Horford combina su primera final de conferencia con sus deberes de padre primerizo. “Ser padre es lo mejor”, señaló. “Nos sentimos muy dichosos de tener a Ean con nosotros”. A finales de febrero pasado, el jugador de 6-8 se convirtió en el padre de Ean, de quien dijo es una bendición tenerlo.
El centro de Atlanta apuntó que ya le ha tocado las veces de ser un súper papá y no vaciló en dar un sí cuando se le preguntó si ya había cambiado pañales
desechables. “Sí, claro, definitivamente”, dijo. “Me ha tocado cambiarlo y darle su comida. Hago todo lo que haya que hacer para ayudar a Amelia (su esposa)”.
Le llaman El Jefe
En Atlanta, Horford es líder del conjunto. Él despierta mucho interés en los fanáticos de los Hawks que desde hace unos años le apodan The Boss (El Jefe).
“Eso es de hace mucho tiempo, pero ahora como que todo se ha intensificado”, dijo. “Hemos tenido un gran apoyo de la fanaticada de Atlanta y no solo a mí me apoyan, también a todos mis compañeros. El apoyo ha sido fuerte”.