Histerismo electoral

Todo aquel que haya seguido más o menos de cerca los procesos electorales recientes sabe que el principal escollo se produce por la dilación que provoca la ratificación de los resultados de las actas en las distintas Juntas Electorale

Todo aquel que haya seguido más o menos de cerca los procesos electorales recientes sabe que el principal escollo se produce por la dilación que provoca la ratificación de los resultados de las actas en las distintas Juntas Electorales previo a la transmisión de los resultados.En ocasiones esto ha producido largas esperas por reacciones injustificadas de representantes de partidos políticos en un intento desesperado de detener la publicación de un resultado electoral que de todas formas está dado.

En la Resolución 07/2012 dictada el 10 de febrero de 2012 por la Junta Central Electoral sobre Procedimiento del Cómputo Electoral se decidió que hubiera una recepción y transmisión simultánea de las imágenes en el servidor central de la JCE, en los servidores de las Juntas Electorales, en los centros de cómputos de los partidos políticos, los medios de comunicación y publicación en el Internet.

Sin embargo, como si algo hubiera sucedido entre febrero y abril, el presidente de la JCE ahora dice que se siente preocupado “por el destino que puedan darle a los resultados de las elecciones del próximo 20 de mayo quienes reciban la información de manera simultánea junto a los partidos políticos y ese organismo electoral”; lo que equivale a decir que está inquieto por el destino que puedan darle los medios de comunicación a esta información.

Entendemos que estas son aprehensiones innecesarias, pues en nada puede dañar el proceso electoral el que los medios de comunicación reciban simultáneamente las actas escaneadas, puesto que el sistema de cómputo electoral seguirá su curso, debiéndose confirmar los valores de las relaciones de votación como dice la misma resolución, para que en caso de que estén correctas pasen a ser incorporadas a los boletines electorales o, en caso contrario, pasen a la mesa de corrección en la que participarán los delegados de los partidos políticos junto a las autoridades electorales.

El propósito de mantener en secreto los resultados electorales hoy día no tiene razón de ser, luego de que venciendo la resistencia de la JCE del año 2004, incluyendo la del actual presidente y entonces magistrado de la Junta; se decidiera admitir la celebración de encuestas a boca de urnas como se celebraban en la mayoría de las democracias del mundo.

La transmisión oficial de los votos electorales hoy día no es más que eso, la validación oficial de los resultados. Pero en la mayoría de los países los medios informan resultados basados en las proyecciones de las referidas encuestas a boca de urnas.

La proximidad de las elecciones y la aparente estrechez de los márgenes entre ambos candidatos están provocando un histerismo innecesario que hace ver atentados contra gobiernos o la vida de personas así como peligros sobredimensionados. Ninguna receta puede ser mejor para este panorama que la transparencia y celeridad en la información, la observación rigurosa y la verificación de los resultados mediante encuestas y conteos rápidos. Si todo esto se hace, no habrá nada que temer.

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