El agente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) Francisco Hiraldo Guerrero calificó ayer como una infamia la acusación de narcotráfico en su contra.A diferencia de la ocasión anterior, el exmilitar fue llevado a la Suprema Corte de Justicia antes de las ocho de la mañana, con un amplio dispositivo de seguridad, esposado y con un casco blindado y chaleco antibala con la insignia de la institución a la que una vez “sirvió”.
El imputado fue escoltado por enmascarados con armas largas y bajado por el ascensor común hasta el lugar donde una yipeta blindada Mercedes Benz esperaba para trasladarlo nuevamente a la cárcel de la DNCD.
El extraditable expresó ante los jueces reunidos en cámara de consejo: “He decidido discutir la solicitud de extradición para desmentir la infamia que pesa en mi nombre”.
Con estas declaraciones se negó a firmar su extradición voluntaria y en consecuencia los magistrados fijaron para el 14 de enero, a las 10:00 de la mañana, la primera audiencia para conocer el requerimiento.
Al hacer uso de la palabra, uno de sus tres abogados, Ramón Pina Acevedo, manifestó que confiaba en los jueces de la Suprema Corte.