Como siempre son interesantes las presentaciones que sobre la economía hace el Gobernador Héctor Valdez, a quien en un momento llegamos a llamar el Greenspan dominicano, pero que luego de la crisis de los bonos basura dejamos de compararlo con el ex presidente de la Reserva Federal Norteamericana. Sin dudas, la capacidad de Valdez nadie la cuestiona, incluso parece ser más fácil elegir un presidente que cambiar de gobernador, ya que tanto empresarios como gobernantes depositamos una enorme confianza en su capacidad.
Sentimos no estar presente, como es nuestra costumbre, en el almuerzo de la Asociación Dominicana de Exportadores.
El Gobernador del Banco Central presentó una visión positiva de la economía, la cual compartimos. En conversación con la banca internacional, ellos también comparten esta visión y mucho más positivo aún, no ven razones de preocupación en el mediano plazo, incluso con la enorme inestabilidad de los precios de los productos básicos a nivel internacional. Sin dudas que la competencia de economías donde han devaluado sus monedas como la de Colombia y la de México, consecuencia de la crisis en China, serán un factor de enorme competencia para nuestro país. Pero como he dicho en otras oportunidades, no creo que la competitividad deba alcanzarse a base de devaluaciones que sin duda generan mayores niveles de inequidad.
La estabilidad de la tasa de cambio y el crecimiento del producto interno bruto son sin dudas factores para que tanto el capital nacional como el extranjero confíen en seguir haciendo inversiones en el país.
No es la primera vez que el Gobernador se refiere al tema del salario mínimo y la necesidad de dignificar los mismos, algo que comparto plenamente. Lo que me sorprende es que con la capacidad de análisis del Banco Central esto se haya quedado en retórica y no en un estudio serio, que analice causas y que proponga soluciones a los bajos salarios.
Me hubiera gustado que el Licenciado Valdez tocara el tema de por qué somos, de acuerdo al estudio de Mercer Human Resource Consulting, una de las economías más cara de la región ya que el referido estudio cita como factores que inciden para que la economía sea cara, el valor monetario, tasas de interés, tipo de cambio, costo de la vivienda, el costo del internet, costo de la salud privada.
Analicemos el sector financiero. Mientras el Banco Central pague tasas casi ocho veces superiores a las de la inflación es difícil que se generen más empleos y que los mismos sean bien remunerados; es difícil un verdadero crecimiento de las exportaciones, aún con las facilidades del nuevo banco de exportaciones. Pagar tasas de interés sin riesgo es un desincentivo a la inversión y un alto costo que debe pagar el que se arriesga a invertir.
Si analizamos el sector de la construcción, que es el que en la actualidad genera mayor cantidad de mano de obra, la misma es ilegal, con lo cual el salario se deprime, el sector de educación, transporte y almacenamiento tampoco generan cantidad de empleos.
Sin embargo, no creo que exista una relación entre la pobreza y la delincuencia. Si una enorme frustración para jóvenes que salen de las universidades y no encuentran donde colocarse o simplemente el salario no es suficiente por lo bajo que es o por lo caro de la economía. En este caso ambas cosas afectan el poder adquisitivo.
El peso de la carga social sobre empleados y empleadores es otro factor que afecta los salarios y que nunca se toma en cuenta. Mientras en Centro América el promedio ronda los 32% en nuestro país la carga es cercana al 60%.
Los fondos de pensión que debieron ser un motor para el desarrollo, sólo han servido como represa a la crisis bancaria del 2003 con un alto costo para la economía. El empresariado, el asalariado y todos en el país hemos pagado este costo cuya solución ha estado en manos de la autoridad monetaria que, a pesar de tener cerca de doce años dirigiendo el Banco Central, no se han buscado soluciones a un problema que en un futuro puede generar en crisis y afectar la estabilidad y los salarios. Espero que en una próxima charla del Gobernador del Banco Central este tema esté presente.
Si vamos al sector comercio, este enfrenta una enorme competencia de la importaciones vía courier, que representan una importante facilidad para la clase media pero de la que están excluidos los que compran en el mercado local que deben pagar un 38% entre arancel e ITBIS, reduciendo su capacidad de compra sensiblemente y creando una situación de injusticia contributiva.
Me imagino que cuando el Gobernador leyó el libro de Andrés Oppenheimer debió perder horas de sueño; pues, aún cuando reconocemos la enorme inversión en infraestructura escolar del presente gobierno, la mejoría en la calidad es un tema pendiente cuya solución es de mediano a largo plazo, pero que sin embargo limita la competitividad y es un factor que afecta los salarios, ya que hay una relación directa entre la capacidad y la remuneración. De esto estoy seguro que saben los funcionarios del Banco Central que reciben importantes salarios gracias a la capacidad de los mismos.
Tengo la esperanza que no tengamos que esperar al próximo año para que el Gobernador en su ponencia en ADOEXPO nos trate sobre las razones que inciden para que estemos dentro del renglón de las economías más caras. Y que juntos, gobierno y empresarios, trabajemos no sólo para disminuir la enorme brecha entre los que tienen mucho y los que no tienen nada sino que comprendamos que con mejores salarios, fruto de una economía más competitiva, seremos una nación con menores diferencias y mayor equidad.