¿Hay que tener estilo para hablar de estilo?

Ayer, compartimos contigo un artículo del diario español El País, acerca de la simpleza de Alexandra…

Ayer, compartimos contigo un artículo del diario español El País, acerca de la simpleza de Alexandra Shulman. Ella, como directora de la edición británica de Vogue, es una de las más importantes autoridades de la moda.

Pese al ‘fabuloso’ mundo que la envuelve, en su estilo personal, Shulman apuesta a la simpleza. Habla de tendencias, pero no es precisamente embajadora de ellas, sino que más bien se mantiene al margen, apegada a la sencillez y a piezas clásicas que concuerdan con su personalidad y orientación intelectual.

En Pandora nos cuestionamos: “¿hay que tener estilo para hablar de estilo?”

La pregunta no sólo nos surgió a partir del escrito sobre Shulman. Sino que el cuestionamiento también nos llevó a pensar en otras autoridades de la industria de la moda, que no necesariamente evocan los modelos más imitables de estilo.

Grace Coddington es otro buen ejemplo. Por más de 20 años, ha sido una pieza clave en la revista Vogue, siendo su más importante estilista y editora de arte. Bajo su dirección, se han realizado los más icónicos y trascendentales editoriales de moda.

Coddington, tiene el mismo tiempo de labor que Anna Wintour, en la reconocida revista. Sin embargo, se mantiene en un perfil más bajo. No es precisamente una “trend-setter” y su look habitual no la separa del común de las personas que no tienen nada que ver con la moda.

Y qué decir de Garance Doré, una de las más famosas e influyentes bloggeras para la industria de la moda a nivel mundial. Pionera en el estilo de redacción libre a través de su bitácora personal, Garance evitó durante mucho tiempo ser la protagonista visual de sus propias historias, y desde que empezó a mostrarse, ha demostrado preferir las piezas clásicas, los colores neutrales y las tendencias poco estridentes. Su trabajo como autoridad de la moda, también se potencia detrás de cámaras, contrario a las aspiraciones de la mayoría de las bloggeras actuales, que buscan la fama tratando de imponer tendencias compartiendo sus looks diarios.

Ejemplos como éstos sobran en la industria de la moda internacional: el popular diseñador Michael Kors suele vestir sólo trajes de chaqueta y pantalón en colores sólidos; la diseñadora de los más lujosos vestidos de novia, Vera Wang, que no hace grandes esfuerzos por variar su estilo habitual de ropa negra y peinado monótono; o la malhumorada y un tanto descuidada al vestir, publicista de moda, Kelly Cutrone, quien ahora es parte del jurado de America’s Next Top Model.

Pero, ¿se puede tener credibilidad como autoridad de la moda con un estilo tan común?

“El vestuario es una herramienta de comunicación muy directa que denota quiénes somos, adónde vamos y qué hacemos”, afirma María León en su libro Vestir con estilo. Y añade: “Cuanto más fiel se sea a uno mismo, más cómodo, seguro, confiado y natural se mostrará ante los demás. El peor estilo es aquel que no va acorde con nuestra forma de ser”.

Con esto se deja dicho que el “estilo” no es un canon predeterminado. Las personas mencionadas anteriormente tienen “estilo”, pero un estilo con el cual se sienten cómodos y se identifican, independientemente de la influencia que puedan recibir en el medio en el que se desenvuelven.

No se debe confundir con las “tendencias”, que son más bien aquellos elementos de la moda que se hacen populares en un entorno particular durante un período. Pues son muchas las personas que más bien apuestan a vestir tendencias temporada tras temporada, en lugar de vestir un estilo definido.

La apariencia es importante, pero no necesariamente el ‘estilo’ de alguien deba ser el aceptado por todo el mundo para triunfar, por eso se le añade el término ‘personal’, para confirmar que el ‘estilo personal’ depende de las preferencias de cada quién.

“Igualmente que antes había una sola moda que había que seguir abnegadamente, si no querías estar fuera, el sociólogo francés Gilles Lipovetsky afirma que ya no existe una sola moda, que ahora hay multitud de estilos y que todos se aceptan por igual, la homogeneidad de la moda se ha convertido en una mezcla de modas, y todas válidas”, afirma Marina Echánove, en el libro Tu estilo: las claves de la elegancia, la feminidad y la distinción.

Al fin y al cabo, lo importante es el impacto y la profesionalidad del trabajo que realizan, y es esto lo que los ha definido como verdaderas autoridades de la moda. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas