Cientos de cañeros haitianos protestaron ayer frente a la embajada de su país en reclamos de que les exoneren el pago de sus documentos de identidad. Los inmigrantes del vecino país advirtieron que regresarán a la puerta de la sede diplomática para reiterar sus peticiones hasta que sean atendidas. El grupo de manifestantes aún no había llegado a las calles Juan Sánchez Ramírez y José Desiderio Valverde, en la zona universitaria, donde está la embajada, y ya el lugar estaba resguardado por un amplio contingente policial, sin faltar los vendedores de jugos, empanadas y frutas que aprovecharon para “hacer su día”.
“Martelly dame mis papeles”, gritaban a toda voz los cañeros, mientras caminaban desde el Parque Independencia, en la Zona Colonial, hasta la sede de la embajada, cuya marcha ocasionó largos taponamientos.
Los protestantes dijeron que no pueden pagar los mil pesos que cuesta obtener la cédula, pasaporte y el acta de nacimiento, para así acogerse al Plan de Regularización de Extranjeros, por lo que exigen al gobierno haitiano que estos sean gratuitos.
A su llegada a la puerta de la embajada, Jesús Núñez, coordinador nacional de la Unión de Trabajadores Cañeros de los Bateyes, negó que se le esté pagando para que realicen las manifestaciones, como supuestamente había dicho el embajador de Haití, Fritz Cineas. “Si me estuvieran pagando, no creo que saldría a la calle con unos zapatos rotos”, expresó.
Informó que seguirán montando vigilias hasta el miércoles de la próxima semana, mientras que el día 7 de octubre realizarán una marcha nacional “siete veces más grande que las que se han hecho hasta ahora”, señaló.
Según explicó, unos 40 mil cañeros y sus familias, quedarían fuera del Plan de Regularización que realiza el Gobierno dominicano. Agregó que aunque mil pesos suenen poco, hay muchas familias integradas por cinco, seis, ocho y más miembros, y con lo poco que ganan, los que aun trabajan, no tienen dinero para pagar por cada uno.