El gobierno estadounidense denunció internacionalmente la supuesta situación que viven los inmigrantes haitianos en República Dominicana, y acusan de que son víctimas de una “discriminación” que llega a dejarles en un estado de “apatridia” (sic). “Apatridia” es un término de derecho internacional referido a la negación de la nacionalidad a un grupo étnico. Con el sólo hecho de esa calificación ya USA está tomando partido por quienes siempre han negado la nacionalidad dominicana, y que sin embargo, la reclaman ahora para crear grupos minoritarios políticos aquí. Con derechos a modificar leyes territoriales, de nacionalidad, o inclusive, hasta las letras de nuestro himno nacional.
Los hijos de haitianos en RD no son indocumentados, son haitianos que no han ido a buscar su documentación en la embajada de Haití. Según la Constitución haitiana, Artículo 11, todo los nacidos de padre o madre haitianos son haitianos. Las manifestaciones de haitianos reclamando “su documentación” demuestran dos cosas: incapacidad de los representantes haitianos en dárselas aquí, o un plan de invasión tipo Intifada o Marcha Verde marroquí. En esa misma Constitución haitiana, Artículo 8, dice que el territorio de Haití comprende la parte occidental de la isla de Haití, o sea, que no reconocen la isla Española, ni siquiera Quisqueya. Sí, no nos reconocen y mantienen su idea de apropiarse de todo el territorio insular.
Para algunos, como los estadounidenses, la nacionalidad solo importa cuando viajan al extranjero, cuando se celebran los juegos olímpicos o cuando votan en las elecciones. Ya vimos lo fácil que se la dieron a unos chechenios enemigos de ellos, y cómo éstos se manifestaron en Boston. USA hablando de discriminación, cuando la frontera de su país con Canadá solo tiene unas pocas casetitas; mientras que con México están todos los guardias que no estén en Irak, incluidos muros vergonzosos. Aquí, los únicos que han tratado de cometer la atrocidad de desnacionalizar a alguien han sido los haitianos contra los dominicanos, pues han sido ellos quienes nos han invadido en varias ocasiones, con las consiguientes matanzas de dominicanos. Sin embargo, sólo se recuerda internacionalmente el rechazo violento que hizo el Ejército dominicano a la invasión silenciosa, que no pacífica, del 1937.
No se conforman con gastarnos el presupuesto de salud, de educación, y depredar montañas. Si los tratamos tan mal, según USA, vengan a rescatarlos y se los llevan todos para allá, se los regalamos. USA debe estudiar mejor la historia común de Haití-RD, y podrá comprendernos. Una frontera de unos 350 kilómetros, en países como RD y Haití, es incontrolable. Los únicos controles que tenemos son el registro civil y las fuerzas armadas.
