El presidente Danilo Medina ha movido las fichas de su tablero político personal, colocando solo a dirigentes nacionales y locales que le han sido leales a su proyecto político. La conformación de ministros y funcionarios que ha hecho el presidente es una declaración de que va a gobernar en solitario. El Congreso y nada es lo mismo, pues es el resultado de las últimas elecciones que organizó el PLD de Danilo Medina, que hacen de ese poder del Estado una entelequia que solo sirve para hacer chanchullos varios. Peor aún, la Cámara de Diputados estará presidida por la hermana del presidente, lo que hace que el jefe del Poder Ejecutivo y la presidenta de la Cámara de Diputados, dos hermanos, miembros dirigentes del mismo partido, en representación de dos poderes supuestamente distintos integren el Consejo Nacional de la Magistratura, órgano encargado de elegir la JCE, el Consejo Superior Electoral, la Cámara de Cuentas y la Suprema Corte de Justicia. Es el conjunto del poder político acumulado en una sola persona. Son hechos efectuados sin guardar las apariencias, pura demostración obscena de Poder que no traerán nada bueno al país. La democracia que tanto cacareamos y que tanto sacrificio ha costado se está esfumando como por arte de magia y nos están perpetrando una democracia orgánica personalista.
Deberíamos estar en tiempos en el que se pueda hacer un gran pacto político que regenere nuestra nación, un pacto con puntos como: crecimiento económico, competitividad, empleo de calidad, sociedad del bienestar y del conocimiento, transparencia, regeneración democrática, lucha contra la corrupción, fortalecimiento de las instituciones, un sistema fiscal que beneficie a los que cumplen, y posicionar a RD en América y en el mundo. Pero esas cosas se consiguen sólo si hay representatividad democrática en los poderes públicos, y eso es algo que las últimas elecciones ha arrancado cual ciclón batatero.
La Democracia es la doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes; es una forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de pertenecer a algún partido político, familia, etnia, sexo, o de credo religioso. En lo que tenemos hoy parece que esas premisas no caben en quienes nos están gobernando. No sabemos si no les caben por miedo a perder el Poder, por ignorancia o por mala fe.
Podría llamarse alarmismo estas aseveraciones porque aún no estamos en una crisis profunda; pero estamos divididos, hemos perdido el sentimiento de unidad nacional y ahora somos varios bandos y un solo jefe. Vamos perdiendo el espacio político y público, y vemos la nación como algo ajeno.