QUITO (AP) — El expresidente peruano Alan García acudió el martes a la fiscalía a fin de dar su versión sobre presuntos actos irregulares en uno de los contratos que manejó la empresa brasileña Odebrecht, con la que dijo no haber tenido ninguna relación ilícita.
El exmandatario acudió ante el organismo de manera voluntaria y después de tres horas de comparecencia ante el fiscal Hamilton Castro dijo: “creo haber esclarecido bien que no tengo ningún tema que se me reproche, a mí nadie me compra, nadie me ha dado un centavo, ni he pedido un centavo”.
Añadió que las acusaciones en su contra han sido producto de “muchas especulaciones y con maldad”.
El exmandatario (1985-1990 y 2006-2011) es investigado por presuntas coimas pagadas por Odebrecht en la obra de construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, que tiene un costo total de 2.100 millones de dólares.
La investigación de este caso comenzó a finales de marzo de este año. Previamente, esa empresa brasileña había reconocido que pagó ocho millones de dólares en sobornos a funcionarios del segundo mandato de García.
Tras ello, el fiscal Castro pidió la detención del exministro de Comunicaciones, Jorge Cuba Hidalgo, los funcionarios Edwin Luyo, Miguel Navarro y la exdeportista Jessica Tejada, a quienes se les encontró injustificadas cifras de dinero en cuentas bancarias en paraísos fiscales.