La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) consideró que el nuevo Código Penal es una herramienta moderna que le permitirá al Estado contribuir a reducir los niveles de criminalidad que existen en el país.El vicepresidente ejecutivo de Finjus, doctor Servio Tulio Castaños, dijo que esa entidad ha participado activamente en el proceso de discusión de esa pieza legislativa y que la misma es el producto del consenso de amplios sectores de la vida nacional.
“El nuevo Código Penal, que debe ser promulgado, va a sustituir a una normativa penal material que tiene 130 años, que es anterior a la dogmática jurídico-penal moderna”, apuntó.
Castaños Guzmán dijo que si bien es cierto que algunas penas han sido aumentadas, eso en modo alguno vulnera el mandato constitucional que ordena rehabilitar y reinsertar a los condenados.
“Las penas más altas, de 30 a 40 años, se impondrán a delitos muy graves como el genocidio, los crímenes de lesa humanidad, las infracciones graves de guerra, los tratos crueles, inhumanos y degradantes que causen la muerte, el secuestro con tortura, la violación seguida de la muerte de la víctima, así como el sicariato, que no estaban tipificados en el Código Penal vigente”, explicó el abogado.
Dijo que cuestionar el nuevo Código Penal porque se castiguen con penas ejemplares delitos muy graves como el genocidio y la tortura, es desconocer que en todas las latitudes esas infracciones son conminadas con sanciones similares.
Sostuvo que el nuevo Código Penal no debe ser criticado porque no despenalice totalmente el aborto.