Cristóbal Peguero llegó aferrado a su cruz de palo desde Haina para participar en la fiesta de la Divina Misericordia, que celebra la Iglesia católica desde hace 14 años.Como él, más de 20 mil personas abarrotaron ayer la capilla de la Divina Misericordia, un largo tramo de la avenida de los Beisbolistas, así como varias calles, patios y solares en el sector de El Caliche en Manoguayabo, Santo Domingo Oeste.
El culto espiritual congregó a fieles católicos de todos los estratos sociales desde las 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, que en medio de alabanzas, oraciones y cánticos, rindieron tributo a la imagen que simboliza la confianza a Dios y la caridad al prójimo.
La festividad religiosa se celebra cada año en varios países del mundo el segundo domingo después de la Pascua de Resurrección y según la creencia, tras un mandato de Jesucristo a través de Santa Justina. Cerca de mil voluntarios trabajaron este año en el montaje y organización de la celebración que incluyó una procesión por todo el perímetro, una conferencia a cargo del padre Geraldo Ramírez y la eucarístía en horas de la tarde.
Los peregrinos también llegaron desde otras latitudes para hacer sus oraciones e implorar por milagros. Es el caso de Luis Rafael Rodríguez, quien viene cada año desde Puerto Rico para orar a la Divina Misericordia por su familia.
Toda la celebración fue difundida en vivo a través de una cadena de radio y televisión.
