Falleció ayer jueves el ex-canciller de la República y exsecretario de las Fuerzas Armadas, contralmirante retirado Ramón Emilio Jiménez Reyes (Milo), a los 89 años.Milo Jiménez estuvo casado con Mary Elizabeth Collie, tenía siete hijos y era hijo del afamado poeta y educador Ramón Emilio Jiménez. Su cuerpo está siendo velado en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Su carrera estuvo llena de controversias, señalándosele protagonismo en episodios que trastornaron el país.
Fue administrador del Plan Renove durante el gobierno de Hipólito Mejía, y una de las más destacadas figuras militares del gobierno de los 12 años del expresidente Joaquín Balaguer.
En 1973, siendo secretario de las Fuerzas Armadas, hizo frente a la invasión guerrillera que encabezó el líder de la revolución constitucionalista de 1965, Francisco Alberto Caamaño Deñó.
A los 13 días del desembarco, Caamaño deñó fue hecho prisionero, torturado y fusilado. Según los exguerrilleros ya fallecidos Claudio Caamaño y Hamlet Hermann, la orden de torturar y fusilar a Caamaño fue impartida directamente por Milo Jiménez, luego de consultar con el expresidente Joaquín Balaguer y el consejeros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de los Estados Unidos.
El siete de mayo de 1975 Balaguer designó como jefe de la Policía al general Neit Rafael Nivar Seijas, con el expreso mandato de investigar el asesinato del periodista Orlando Martínez, ocurrida el 17 de marzo de ese año, y de preparar un expediente que debía colocar en una gaveta para que alguien lo encontrara en la posteridad, cuando ya el exmandatario estuviera muerto, y se supiera la verdad.
Los jefes militares objetaron el nombramiento del jefe policial y en abierto desafío a Balaguer los altos mandos presentaron sus renuncias. La carta estuvo firmada por Jiménez hijo, y los jefes del Ejército, Enrique Pérez y Pérez; de la Fuerza Aérea Salvador Lluberes Montás (Chinino), y de la Marina de Guerra, Manuel Logroño Contín.