Extranjero Corazón

La noche del martes asistimos a un encuentro bohemio con el arte, y es que el color, las letras, la magia y la espiritualidad se hicieron una a partir…

La noche del martes asistimos a un encuentro bohemio con el arte, y es que el color, las letras, la magia y la espiritualidad se hicieron una a partir de las reflexiones de nuestro muy querido y apreciado amigo el multifacético Luis Muñoz, quien además de artista, percusionista y gestor cultural, aprovecha el escenario del Salón Pedro Mir de la Librería Cuesta para hacer su debut como escritor.  Para el artista, dominicano por naturaleza existencial, pero de “Extranjero Corazón” como ha titulado su poemario, se hace extranjero cada día, porque le gusta mudarse a cada sitio.

A nuestro juicio, en cada espacio al que ha logrado llegar este excelso ser humano ha dejado una huella inmarcesible de dominicanidad, tan elocuente como lo son cada uno de sus versos y nos alegramos de que Muñoz haya querido que a modo de resumen fuéramos los que sintetizáramos su labor cultural en palabras en la solapa del libro.

Nos emocionó escuchar al especialista Miguel Collado a propósito de la publicación del libro “Extranjero Corazón”, quien expresa que: “La distancia no ha diluido el sentir de Luis Muñoz, quien no ha olvidado su oriundez; tampoco sus raíces culturales… en su extranjero corazón ya han sanado las primeras heridas causadas por la partida. Ahora no es ni de aquí ni de allá, sino de cualquier lugar…”

Dado el carácter sensiblero de Luis Muñoz, en su poemario, nos encontramos un conjunto de experiencias que seguro han devenido de sus múltiples viajes por el mundo, las cuales transmuta en un canto de esperanza para aquellos que disfrutamos de cada detalle que la naturaleza nos ofrece y que Muñoz, cual “reflexionista”  de la vida, nos regala en cada palabra, con cada pensamiento y con cada acción.

Claro que no puedo concluir sin compartir algunos versos. Del poema Extranjero Corazón: “…me hago extranjero cada día, porque me gusta mudarme a cada sitio… Me gusta ser desconocido, porque así tengo mejor espacio de mi, en el otro sitio…”.

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