Muchas veces ante el miedo se toman decisiones desacertadas. Europa, ante la crisis financiera y económica, está huyendo como las ratas, hacia delante sin pensarlo mucho. Los gobiernos deben estar liderados por políticos, no por tecnócratas. Si esos políticos poseen una formación económica y administrativa superior, mucho mejor.
En Italia y Grecia ha prosperado la idea de que los técnicos en estado puro son los que podrán “salvar” el desastre creado con las políticas locales alimentadas por dinero global envenenado.
Gobernar una nación conlleva muchas disciplinas de humanidades que hacen ver el bosque desde fuera, en su conjunto. El gobernar conlleva pensar primero en la gente. Poner los recursos, herramientas, tecnologías e ideologías en función de administrar los recursos escasos de la mejor forma posible para distribuirlo para todos, para la gente, no para los mercados o grupos de poder.
Por eso la inversión en educación es tan importante; porque hace que las mayorías conozcan, entiendan y exijan programas políticos de gobiernos y a líderes enfocados en la prioridad de la humanidad: La Gente. Lucas Papademos en Grecia, Mario Monti en Italia y el grupo de tecnócratas que administran la Unión Europea tienen el mismo perfil de los genios que crearon, administraron y se forraron con el tinglado financiero global que esfumó gran parte de la masa monetaria mundial. Es la tendencia hacia gobiernos de tecnócratas.
Hay que recordar que los gobiernos de Portugal e Irlanda cayeron por la crisis y colocaron a técnicos, prescindiendo del voto popular, de la democracia directa.
España lo ha pensado mejor y ha adelantado las elecciones, y quien se presenta como técnico eficaz con el PSOE, que en la práctica ha fracasado, parece que recibirá el rechazo más grande de su historia; pero ¿no será eso un voto inducido por los mercados y el miedo?
Víctor Tanzi, ex funcionario del FMI, cree que un gobierno de técnicos “puede hacer un mejor trabajo en informar a la gente de lo que es necesario hacer. Los técnicos sabrán mejor decirle a la gente las consecuencias de las políticas. Si la gente les permite hacer los cambios, es una historia diferente”.
Y eso es lo que están haciendo, los cambios en los gobiernos europeos son exigencias del FMI, BM y otros iguales, o sea el Mercado con mayúsculas. Puede que la democracia y el voto directo sean los que más pierdan en esta crisis global, y con ello la gente que ya se queda en minúsculas y representada por grupitos indignados y sin ideas claras de qué hacer. Necesitamos un mundo mejor, pero para todos, no sólo para los Mercados.