La visión ética de Ulises Francisco Espaillat sobrepasaba las costumbres del año en que asume el poder, y como jugada de la historia, le toca asumir el poder en el mismo año que muere Duarte, pero la no existencia de un concepto de grupo, es decir, de entender que ante los problemas colectivos, hay que buscar una solución colectiva, llevaría este intento a la tumba, sin posibilidad de formar una plataforma política para posteridad.
Estas acciones son analizadas en el concepto ético del Socialismo del siglo XXI. A decir: la autoridad moral o legítima, la sociedad como sistema dinámico complejo, la cohesión y viabilidad de una organización social humana, el sujeto racional-ético-Estético, la necesidad de entenderse con los demás para así poder vivir y actuar en comunidad, la necesidad de tomar y ejecutar decisiones en nombre de la colectividad y la necesidad de defenderse.
Con la asunción de un concepto de servicio y de ciudadanía responsable se debe tener conciencia de que existe un entorno hostil frente al nuevo orden democrático, que hay que sostenerse y crecer dentro del mercado mundial capitalista y estar en pleno conocimiento de que hay sectores de la economía nacional o regional que aún no están lo suficientemente desarrollados para convertirse al nuevo sistema. Este sistema implica que en el Socialismo del siglo XXI, la economía justa es el intercambio de esfuerzos laborales iguales, y su valor es el tiempo promedio de realización, lo cual implica enfrentar a Arno Peters con Carlos Marx, creando las bases para que en Latinoamérica se dé la transición al nuevo socialismo.
En definitiva, realizar una función ética en las instituciones públicas y privadas necesita que los proletarios del mundo se unan, pero con la visión de participar en las transformaciones que necesita la sociedad.