Una erupción solar, en una escala un poquito más grande a la que estamos acostumbrados a recibir, podría poner nuestra civilización en un estadio del conocimiento casi primario. Así de indefenso estamos en ésta era digital, por este camino del vivir en “La nube” digital. Los diferentes soportes para la escritura amenazan con desaparecer el escribir a mano, de puño y letra, esa hermosa costumbre que hemos ejercido desde hace siglos y que tanto bien nos ha hecho como especie.
La computadora, como una especie de exo-cerebro, con sus capacidades de almacenamiento y procesamiento de información e imágenes, se ha convertido en lo esencial para el conocimiento y la expresión. El largo proceso evolutivo del humano parece haber llegado a donde iba a llegar, y la evolución del cerebro se ha salido de sus cauces naturales y se ha instalado en “hardwares” y “softwares” que evolucionan cada dos meses, en lugar de cada seis siglos como estábamos más o menos acostumbrados con nuestro viejo instrumento intracraneal.
Escribir a mano es una forma de dibujar, por eso es tan importante para el desarrollo de habilidades cognitivas y verbales. Todo aquel que pueda escribir su nombre es capaz de dibujar medianamente bien, aunque usted no lo crea.
Tal vez es hora de evaluar, profundizar y ampliar a fondo la función específica del dibujo y la escritura manual. El dibujo es la llave a los sistemas y principios del lenguaje visual básico, y la escritura manual transmite conceptos; son generadores de cambios profundos en la plasticidad del cerebro. No hay proceso cognitivo trascendente en el ser humano sin esas dos herramientas básicas.
Dibujar y escribir nos ayuda a entender el mundo, a pensar, a sentir, a dar forma y a comunicar ideas. Son actividades divertidas, accesibles y valiosas para la educación y la vida cotidiana.
Cada vez que algo se nos presenta interesante y hermoso, hay un impulso natural a querer capturarlo y preservarlo, lo que significa en ese día y edad en que estamos; como si fuera una huella personal. Con coger papel y lápiz, pensarlo, idearlo y plasmarlo lo tendrías para siempre en ti.
Deletrear el mundo es hacerlo tuyo. Mientras que el copy-paste es una forma de perderlo. La guerrilla contra la concentración mental, que ya ni escribir o dibujar queremos, asedian constantemente. Ser intelectual informado está a tiro de un par de clics. Sólo bastan algunas rondas en Google y ya dispones del hecho revelador, la cita exacta que crees impresionará; pero no, porque así lo hacen todos. Nuestro futuro está en el aire, para bien o para mal. Vivir en la nube o con los pies sobre la tierra.