Para muchos hombres el placer durante estos nueve meses se ve empañado por muchas dudas.
¿Tener relaciones afecta al bebé? ¿Siente ella menos placer? ¿Hay alguna posición ideal? En fin, todo esto podemos resumirlo en una sola pregunta: ¿Qué piensan ellos del sexo en el embarazo? A continuación un resumen de lo que ellos dijeron y soluciones de los expertos.
¿Tener relaciones afecta al bebé?
Cuando le preguntamos a ellos si pierden el apetito sexual durante el embarazo, el 48% piensa que sólo afectaría al feto si el proceso de gestación está muy avanzado, el 38% dijo que no, mientras el 14% respondió que sí podría traer consecuencias.
Habla el experto.
Para la ginecóloga obstetra, Eva Carolina Fernández, las relaciones sexuales durante el embarazo no suelen causar ningún tipo de inconveniente al embrión. Esto se debe a que el feto se encuentra en una cavidad dentro de una bolsa, totalmente apartado de la vagina, que es el lugar donde ocurre el coito per se.
“Lastimar al bebé durante el coito es anatómicamente imposible, pues la longitud del pene no llega al feto”, agrega la sexóloga, Sara Guerreo.
Las posiciones ideales
El 95% de nuestros encuestados respondieron estar muy interesados en saber qué posiciones sexuales son las más indicadas para no afectar al bebé y a la madre. El gineco-obstetra Nelson Sánchez explica que la postura dependerá del período de embarazo. Cuando es avanzado lo ideal es el decúbito lateral (de lado).
“Al inicio del embarazo pueden adoptarse las posiciones preferidas por la pareja”, recomienda Guerrero. A medida que avanza el periodo de gestación se debe recurrir a las posiciones donde se controle el ritmo y el grado de penetración (es adecuada una penetración media o superficial). Para esto, además de la posición lateral es recomendable la mujer arriba.
En los últimos meses de gestación se recomienda la penetración posterior a vagina, ósea, lateral de espalda donde no hay presión a la barriga.
Un orgasmo podría adelantar el parto
Chicas, aunque no lo crean el 26% de nuestros encuestados piensa que sí podría adelantarlo, lo cual nuestros especialistas afirman es un completo mito. Tanto el doctor Sánchez como la doctora Fernández coinciden en que no necesariamente el orgasmo adelanta el parto a menos que sea uno de término.
Otro punto es que las contracciones originadas por el orgasmo no producen abortos ni partos prematuros en embarazos normales, por lo que la vida sexual puede ser normal, a menos que el médico indique lo contrario.
Se ha comprobado que la pérdida de la libido por parte de los hombres durante el embarazo, además de hacer daño al bebé, puede deberse al sentimiento inconsciente de vergüenza o temor, de que el bebé se percate de la introducción del pene en la vagina de la madre.
Cuándo NO tener sexo
Existen algunas circunstancias en las que el sexo no es seguro durante el embarazo, algo desconocido por el 76% de nuestros encuestados.
El especialista puede ordenar detener las relaciones sexuales si:
* Existe una amenaza de aborto, con o sin historia de sangrado.
* Se trata de un embarazo con placenta previa, es decir, que cubra total o parcialmente el cuello uterino.
* Hay una amenaza de parto pre término, o sea, cuando exista ruptura de la bolsa amniótica.
* Se padece de una enfermedad de transmisión sexual (ETS) o se presenta un cuello uterino incompetente.
Alternativas
En los casos donde el coito esté contraindicado, hay conductas alternas de estimulación sexual (besos, caricias, sexo oral, masturbación) que mantienen la llama del placer durante los nueve meses.
Ellos y la leche materna
38% de los hombres encuestados temen besar los senos de su pareja por miedo a sentir la leche materna, algo que puede suceder con la estimulación de éstos. “Acariciarlos puede desencadenar contracciones por la liberación de prolactina por parte de la hipófisis, como también la secreción láctea”, afirma el doctor Sánchez.
Condón = protección
Un dato: Pocos hombres usan condón durante el embarazo. Sin embargo, algunos especialistas aconsejan su uso después de siete meses para así evitar infecciones. Sin embargo, esta medida no suele ser de rigor en parejas estables, advierte Fernández.
