Un velo de misterio cubre la muerte de un hombre de nacionalidad alemana, quien fue encontrado en su residencia ubicada en el sector Los Ríos, del Distrito Nacional.Se trata de Wolegen Hermann, de unos 50 años, quien supuestamente se desempeñaba como abogado de la embajada alemana en el país y no tenía ningún familiar en República Dominicana. La víctima fue encontrada por la doméstica en medio de un charco de sangre, en el área de la cocina, entre la estufa y la nevera, con los pantalones a medio subir.
De acuerdo con el fiscal José Guerrero, actuante en el caso, el cuerpo de Hermann presentaba unas 12 estocadas en todo el cuerpo. Se presume que antes de que su agresor le proporcionara las puñaladas le “cortó el cuello de lado a lado” y tenía alrededor de 12 horas de haber fallecido.
La escena del crimen hace pensar a los agentes policiales, y vecinos que se apersonaron al lugar, que el agresor era de toda la confianza de la víctima, debido que el “alemán” como era conocido Hermann, tenía dos perros de la raza Fila brasileños, que de acuerdo con la veterinaria, quien llegó al sitio de la tragedia y no quiso ofrecer su nombre, los animales tienen un año de edad y son agresivos con las personas que no son de su entorno. Pese a que en la entrada de la casa del occiso se pudo observar un sistema de cables de electricidad de alta potencia, se supo que en la residencia no había cámaras de seguridad, por lo que la Policía Nacional ahora se aferra a los videos de las cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, localizadas en la avenida República de Colombia, donde fue llevado el carro de la víctima, un porsche panamera, que posteriormente fue incendiado. La pregunta de los pocos vecinos que se asomaron tímidamente al lugar era la misma: ¿Quién le podía hacer daño?