¿Por qué piensas se ha vuelto una tendencia que grandes coachs y autores le estén hablando a la mujer?
La mujer tiene una apertura más tangible para externar y trabajar sus emociones y hace evidente la necesidad de acompañamiento ante los importantes cambios que su rol ha experimentado en estas últimas dos décadas.
¿Esto puede hacer sentir a la mujer presionada para hacer más siempre, para intentar convertirse en una súper mujer?
La mujer ha pasado del rol tradicional de madre y esposa a estudiante y profesional a tiempo completo, con demandas sociales, espirituales, familiares, sociales, de carrera, salud y finanzas, intentando obtener óptimos resultados en todas estas áreas; esto puede producir un reiterado desgaste emocional y físico.
Es importante trabajar el autoestima, aprender a liberarnos de culpas, reconocer que merecemos, que podemos hacer menos para lograr ser más. Tener tiempo para nutrirnos espiritualmente, socialmente, para el descanso, aunque esto implique aprender a poner límites y desaprender sobre creencias que lo que han hecho es limitarnos más que empoderarnos.
¿Realmente funcionan las charlas de empoderamiento?
Definitivamente veo a las conferencias, charlas, seminarios… sobre crecimiento humano, como una “llamada despertadora” para que empieces a crear conciencia de lo que necesitas y decidas emprender caminos para tu transformación. Pero, ningún recurso es mágico. Quien puede hacer “magia” en tu vida eres tú. Cuando te empoderas, cuando inviertes en ti consistentemente, en tu aprendizaje, en el reconocimiento de tus recursos internos para ponerlos al servicio de la vida que quieres; cuando a pesar de el miedo actúas, dejas de contarte excusas y decides empezar a reconstruir una nueva y más sana relación contigo misma, ahí sucede la magia.
Estos recursos deben ir también como parte de acompañamiento integral (coaching, mentiría, orientación médica –si fuera necesaria–, libros, grupos de apoyo, nuevos cursos, etc.), para mantener tu crecimiento integral como parte de un “ estilo de vida”.
¿Cómo puede empoderarse una mujer en un país donde el machismo impera?
Cuando reconozca la necesidad y decida que ella quiere hacerlo.Cuando deje de mirar lo que la limita y se enfoque en lo que tiene para construir la vida que quiere.
En todas las épocas ha habido machismo e incluso muchísimo más que ahora, y han existido mujeres que decidieron no buscar excusas en el entorno exterior y empezar a crear su mundo desde su fortaleza interior. No quiero clasificar el empoderamiento sólo desde el punto de vista del reconocimiento exterior que obtienen las figuras públicas, porque también hay millones de mujeres que sin ser públicas, han decidido vivir sus vidas desde sus propios términos, respetando sus valores y haciendo lo que las hace felices. Admiro a muchas mujeres que usan lo que son para inspirar a otras. Todos conocemos como ha inspirado a muchos Oprah Winfrey, o la vida de una conferencista con quien compartí tribuna, Rosario Marín, la mexicana que ocupó el importante puesto de Tesorera de los EE.UU., madre de un niño especial y una familia que siempre ha sido su prioridad. O como mi amiga Darys Estrella, una dominicana humilde nacida en Ocoa que se convirtió en una valorada profesional en Wall Street y es una connotada líder del mundo de negocios con tres hijos maravillosos y un gran respeto por sus raíces. Y podría mencionar muchísimas más con una importante confianza en sí mismas, que se prepararon en lo que fuera necesario, porque no se creyeron las historias de que no era posible y se retaron a sí mismas para convertirse en las extraordinarias mujeres que querían ser.
¿Cómo puede una mujer de clase baja beneficiarse de estos ejercicios motivadores, cuando económicamente –y aunque quieran– no puedan tenerlo como prioridad?
Veo a decenas de mujeres con condiciones económicas que las limitan, pero que tienen hambre de ser. Gente que reconoce que la peor pobreza que puede vivir un ser humano se aloja en su mente.
Yo he tenido la intención, aportar desde mi tribuna. He recibido cartas de asociaciones de mujeres campesinas, de mujeres de la diáspora, de entidades sin fines de lucro para que hagamos estas conferencias a gran escala y que adicionalmente a través de los recursos que ofrecemos tanto nosotros en nuestro Centro de Empoderamiento para Crecimiento de Negocios y Éxito personal, como los que ofrecen muchos otros colegas, para que se pueda continuar el acompañamiento tras las conferencias. Por mi parte, voy haciendo lo que puedo…hago colaboraciones pero eso no es suficiente.
Se requiere de un plan integral y consistente. Ojalá gobiernos y empresarios reconozcan y siembren la necesidad de este “conocimiento” en nuestras mujeres. Según estudios de ONU, “para crear economías más fuertes, lograr los objetivos de desarrollo y sostenibilidad convenidos internacionalmente y mejorar la calidad de vida de las mujeres, las familias y las comunidades, es fundamental empoderar a las mujeres para que participen plenamente en la vida económica, en todos sus sectores”.
Yo soy de las que cree que la más poderosa y transformadora revolución se da en el interior, cuando un ser humano conecta con su propia capacidad de generar su grandeza. Cuando tiene la valentía y la persistencia de que a pesar de la situación que esté viviendo, decida levantarse, tomar conciencia, transformarse en procura de nuevos resultados y diga: Yo, #Voypormás!
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