El embajador del país en Washington aseguró que muchos dominicanos detenidos en EE.UU “viven semanas o meses en vilo” sin saber cuándo se tramitará su deportación.Aníbal de Castro también advirtió que, si bien la mayoría de los deportados de Estados Unidos son hombres, el Consulado dominicano en Nueva York “ha documentado un aumento lento, pero progresivo de deportaciones de mujeres”. De acuerdo a cifras suministradas en el país por la Dirección General de Migración, entre enero de 2006 y septiembre de 2011 Estados Unidos deportó un total de 1,328 dominicanas.
De Castro asegura que las deportaciones de mujeres conlleva un incremento en “el impacto familiar cuando éstas se ven entonces obligadas a abandonar a hijos nacidos en Estados Unidos y por lo tanto ciudadanos de este país”.
“Muchas veces, y esto es otro aspecto donde los oficiales consulares realizan una labor tendente a la prevención, al no declarar a los menores con la doble nacionalidad dominicana las opciones de protección abiertas a nuestras autoridades disminuyen radicalmente”, advierte el representante diplomático, consultado sobre el tema, a raíz del estudio de la dominicana Fénix Nikaurys Arias, de la Universidad de Nueva York (CUNY), quien analizó el impacto negativo de las deportaciones en los descendientes de los repatriados que se quedan en Estados Unidos y que ven disminuida su calidad de vida y sus posibilidades de movilidad social.
De Castro aseguró que los dominicanos detenidos, “ansiosamente anticipando o bien temiendo su regreso a su país natal y por tanto la separación de sus familias, viven semanas o meses en vilo sin saber cuándo las autoridades carcelarias de Estados Unidos decidirán presentar sus documentos a la legación dominicana bajo cuya jurisdicción se encuentran”.
Apunta que a esto se suma el drama de la reinserción social en República Dominicana, en una realidad que muchas veces les resulta ajena por no haber residido allí de manera permanente en su vida adulta”.
Explicó que el Departamento de Asistencia Legal de la Sección Consular de la Embajada de República Dominicana en Washington atiende cada mes a decenas de detenidos que se comunican con sus oficiales a través de la vía telefónica, proporcionándoles información sobre el estatus de la carta de ruta que se emite a través del sistema Documento Electrónico de Viaje (ETD) del Departamento de Homeland Security (DHS).
Indicó que en caso de que el detenido no posea la documentación necesaria para comprobar que es dominicano, en la medida necesaria, la Cancillería, los consulados, o la embajada le brindan asistencia comunicándose con sus familiares para que se encarguen de tramitar la solicitud de documentos en su nombre.
“Muchos ignoran que desde la Cancillería opera un equipo de protección al dominicano en el extranjero. Los casos que atienden incluyen situaciones desafortunadas y bien documentadas como los de mujeres que llegan al extranjero para luego descubrir que sus contratos de trabajo han sido falsificados por redes de tráfico y trata. Pero una parte importante del trabajo es también de mucho más bajo perfil: la asistencia dada a personas en proceso de deportación, ya deportadas o que se ven afectadas por deportaciones de cónyuges o familiares”, dijo De Castro.
Dice que dejan hasta 10 hijos en Estados Unidos
Aníbal de Castro señala que algunos deportados dejan atrás hasta 10 hijos, “sin que esto necesariamente sea factor de consideración de las autoridades facultadas para ordenar su retorno”. Recordó el caso de una señora de San Francisco de Macorís deportada después de 15 años en Boston, donde tuvo dos hijos con un ciudadano estadounidense que, al momento de la repatriación, vivía en Nueva York. “Los menores, de cuatro y 12 años, se alojaron con una pariente lejana de la señora hasta que una corte otorgó la custodia al padre”.
Explicó que, con el apoyo del Consulado, se llegó a comprobar el abuso del padre, por lo que una Corte rescindió la custodia y autorizó la reunificación con la madre. “Los niños ya se encuentran en RD, donde se asesora a la madre sobre cómo declarar a los menores como dominicanos para que detenten ambas nacionalidades”.