Este distinguido ciudadano y médico nació en Santo Domingo en el año de 1820. Su infancia estuvo marcada por las vicisitudes políticas de aquella época, particularmente la invasión haitiana, que limitó todos los estudios y mantuvo cerrada la Universidad. Luego de la Independencia Nacional se convirtió en alumno del Dr. Manuel María Valverde. Hacia 1852, tras superar los exámenes impartidos por El Juro Médico, consiguió su título de Licenciado en Medicina, con la consiguiente autorización para ejercer la medicina.
Fue un destacado ciudadano que ocupó diversas funciones públicas, tales como médico en jefe del Hospital Militar, hacia 1871. Fue ministro de Hacienda y Comercio, así como Senador de la República. Era muy respetado por toda la comunidad, como ejemplo, en el 1861 su hermano fue capturado tras la batalla del Cercado, y el Dr. Piñeyro consiguió su liberación tras enviar una carta al Brigadier Peláez.
Fue profesor del Instituto Profesional, fundado por Monseñor Meriño, y entre sus alumnos, tuvo a los hijos de su profesor el Dr. Valverde. También formó a médicos como el Dr. Alfonseca o el Dr. Brenes. En el 1871 fue invitado por una comisión extranjera interesada en los problemas de salud de nuestro país, y se cuenta que el Dr. Piñeyro pudo expresarse con fluidez en inglés y francés. En el 1874 fue nombrado Secretario de Estado por el Presidente González, y luego Consejero de Estado.
En el 1875 fue nombrado Médico de Pobres del tercer cuartel de la ciudad de Santo Domingo. Hacia el 1878, y luego de un sitio a la ciudad de Santo Domingo, que fue particularmente difícil por la carestía de alimentos y las condiciones generales, se trasladó a Mayagüez en la vecina isla de Puerto Rico, en donde se le permitió practicar la medicina, y además fue maestro de varios médicos en Puerto Rico, con notable éxito, al punto de que cuando decidió regresar a la patria, uno de sus estudiantes, de apellido Cabassa, vino con él para culminar sus estudios.
A su regreso, se estableció por unos años en la ciudad de Higüey. Regresó en el 1882 a la ciudad de Santo Domingo. Ofrecía consultas en su casa de la calle Espaillat esq. Arzobispo Nouel. Con frecuencia trataba de gratis a los pacientes, y hasta les regalaba medicinas.
En las ventanas de su casa, siempre estaba atado su caballo, pues como era la costumbre de la época y una tradición heredada de los médicos españoles, visitaba a sus pacientes a domicilio, trasladándose en su caballo, que se llamaba “Poco a Poco”.
Era un hombre de muchas anécdotas, como la que relata que una paciente que tenía varios días con dolores abdominales, que no mejoraban pese a los medicamentos que se le administraban, en una ocasión le preguntó al Dr., “dígame qué es lo que tengo ahí, que me duele tanto”, y el Dr. Piñeyro le respondió: “hija mía, si tú fueras de vidrio, yo te lo diría”.
Era un filántropo, y atendía a pacientes con cualquier enfermedad, desde la malaria al tétanos, sin importar el nivel económico de sus pacientes. Tuvo varios hijos, uno de los cuales fue Abelardo Piñeyro, farmacéutico y pintor.
Precisamente, tras una visita nocturna, llegó el Dr. Piñeyro a su casa cojeando, y con múltiples lesiones.
Desde ese momento, su hijo le prohibió que hiciera más visitas a domicilio. Unos meses después, en octubre del 1889 falleció en su casa de la calle Espaillat, atendido por los Dres. Carlos Arvelo y Santiago Ponce de León. Por disposición del Congreso Nacional, fue enterrado en la Iglesia del Carmen.