Todos los años la Cámara Americana de Comercio celebra su tradicional almuerzo de Acción de Gracias donde se recuerda en los Estados Unidos la buena cosecha de los peregrinos provenientes de Inglaterra que habían emigrado a Estados Unidos un año antes, en el 1621, habiéndose asentado en Plymouth, en el actual estado de Massachusetts.
En nuestro país es una costumbre tener para esta fecha como orador invitado al Embajador de los Estados Unidos, representando en esta oportunidad a esa gran nación el honorable James W. Brewster.
Un apreciado comunicador decía que AMCHAM es el vocero de la Embajada de los Estados Unidos y pienso que eso amerita una aclaración. Las cámaras son el vínculo comercial, el puente entre dos países y sin dudas, dada la importancia de nuestras relaciones con nuestro mayor socio comercial, en estas disertaciones nunca se dejan de tocar temas que para algunos son molestosos o conflictivos.
El propio Embajador es quien dice que uno de sus objetivos es ofrecernos suficientes temas para reflexionar. Hace un importante resumen de su gestión, prácticamente una rendición de cuentas frente a los socios de la cámara y para el país. Es interesante, porque es una forma de decir que no sólo hacemos críticas sino también que estamos aquí para mejorar nuestras importantes relaciones comerciales y políticas.
Me propongo hacer unas reflexiones sobre algunos puntos tratados, dejando otros para una posterior oportunidad debido a la amplia gama de temas abordados.
En el tema de la educación resaltó el éxito del programa “ABC del Español” llevado de forma conjunta con AMCHAM, que resultó de impacto para la mejoría en lectura y matemáticas. Sería interesante compartir este programa con otras instituciones preocupadas por la educación como forma urgente de salir de los últimos lugares en las diferentes pruebas que a nivel regional se llevan a cabo.
La educación debe convertirse en el país en una adicción, aprovechando que el Gobierno ha sembrado el país de escuelas y ha implementado la tanda extendida. Ahora llega el momento de sembrar el país de calidad educativa.
El embajador incentiva al sector privado a trabajar junto con el Gobierno y sin dudas que así debe ser. Los retos que enfrentamos en un mundo globalizado nos obliga más que nunca a trabajar juntos, ir de la mano para buscar un mayor equilibrio social y una mejor distribución de las riquezas.
La globalización no ha sido color de rosa del todo, los propios Estados Unidos enfrentan protestas de la clase media que resiente la pérdida de su poder de compra fruto de la reducción de sus salarios como resultado de este proceso y de la tecnología.
Al respecto, recomiendo ver el documental “Inequidad para todos”, disponible en http://www.documaniatv.com/social/desigualdad-para-todos-video_1d2df32b0.html.
Las grandes corporaciones están buscando paraísos fiscales y el peso de los impuestos recae sobre la clase media. Warren Buffet, una de las fortunas mayores del mundo, dice que todo el que genera beneficios debe pagar impuestos. ¡Cuánta razón tiene!
La seguridad, un tema que siempre nos ha interesado por su repercusión no solo en la tranquilidad de nuestros ciudadanos, sino que también en la inversión, tanto nacional como extranjera, y en el turismo, base fundamental de nuestra economía. El sector empresarial viene desde hace muchos años trabajando de forma conjunta con la Embajada de Norteamérica por medio del Consejo Nacional de Prevención del Crimen (CONEPREC).
No puedo estar más de acuerdo en que debemos adoptar tanto en sector público como en el privado mejores prácticas frente a la corrupción que no es problema solo de nuestro país, es un cáncer mundial, es el afán de hacer riquezas sin límite. Al país le han hecho mucho daño los micrófonos que, disfrazados de comunicadores, utilizan medios puestos a su disposición para chantajear a políticos y empresarios. Revertir este mal es una tarea de todos, especialmente del sector comunicación, que debe transmitir valores y decencia.
Por último, no puedo dejar de tratar el tema del narcotráfico. No podemos negar el apoyo recibido del gobierno norteamericano a este mal, pero pienso que debe ser mayor. Tenemos que evitar que por nuestra cercanía con el mercado norteamericano, sigamos siendo un puente para el tráfico de drogas especialmente ahora cuando se empieza a legalizar en algunos estados de la unión norteamericana el uso de la marihuana.
Los temas son abundantes, haremos más reflexiones. La forma abierta y transparente del embajador Brewster invita a una segunda entrega sobre los aspectos tratados por él.