Cada vez que soñamos podemos ubicar el futuro en el presente y traer bien cerquita lo que tenemos que hacer para pulir nuestro propósito, re-examinar nuestras motivaciones, calibrar nuestras herramientas y alinear nuestra fe. Una reflexión profunda y una planificación cuidadosa son capaces de elaborar un manual de operaciones exitoso para lograrlo. Pero ante todo que tu fundamento se concrete en un gran si de Dios, él es el bien supremo, Alfa y Omega, para quien mil años es como un día; por tanto, si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores. Los que oran sueñan despiertos, los que trabajan no se duermen en sus laureles y los que creen duermen confiados. ¡De modo que si Dios te bendice nada impedirá que tus proyectos se realicen!
¡Dios te bendice!
Cada vez que soñamos podemos ubicar el futuro en el presente y traer bien cerquita lo que tenemos que hacer para pulir nuestro propósito, re-examinar nuestras motivaciones, calibrar nuestras herramientas y alinear nuestra fe. Una reflexión profundaR