Cada día se ofrecen opciones que nos prometen combatir el sobrepeso y que tienen gran éxito en un mundo que vive con la epidemia de la obesidad. Muchas de estas estrategias consisten en lograr cambios en la dieta y la implementación de rutinas deportivas. Miles de millones de dólares se gastan cada año en estos programas en todo el mundo y cada día surgen nuevas alternativas. Entonces, ¿por qué no se logra el objetivo deseado de forma definitiva?
Suele ocurrir que, en ocasiones, aun cuando ponemos todo el empeño en bajar de peso, siguiendo una dieta hipocalórica, los resultados se hacen esperar y pronto nos desanimamos porque la balanza parece estar contra nosotros: aunque reducimos la ingesta de comida, comemos alimentos sanos y nos privamos de muchas satisfacciones culinarias, no conseguimos bajar de peso significativamente.
¿Qué puede estar ocurriendo? Recientemente se publicó un estudio, realizado por expertos de la Universidad de California, en la revista American Psychologist, y el resultado fue impactante para muchos: las dietas no contribuyen a la pérdida de peso a largo plazo y, además, ponen en riesgo la salud.
El equipo analizó los resultados de 31 estudios previos y concluyó que las personas que optan por someterse a una dieta restrictiva, ganan más peso en comparación con el que perdieron, después de cinco años.
Para estos días festivos que se avecinan, muchos optan por restringir desde carbohidratos hasta dulces, y se someten a lo que ha calado mucho en la población últimamente: la terapias de los jugos verdes, especialmente los elaborados a base de frutos cítricos y los que contienen alto contenido de fibras.
Según los expertos, los jugos con alto contenido de fibra, como los de jengibre, zanahoria o manzana son buenos para regular el metabolismo y el movimiento del tracto digestivo; y son ricos en antioxidantes, por lo que retrasan el envejecimiento de las células.
Pero, ¿por qué no se logra bajar de peso de la manera deseada?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas no abandonan la sal.
Además de constituir un factor de riesgo para el sistema cardíaco, especialmente si padeces de hipertensión, la sal tiende a retener líquidos, por lo que no sólo conspira contra la disminución de peso, sino que el exceso de líquidos da un aspecto redondeado al cuerpo, en lugar de definido y fibroso.
Si necesitas que tus comidas no prescindan de sabor, aparte del gusto natural, acude a las especias y a las hierbas aromáticas, como el perejil, que casi no aportan calorías y evitan la retención de líquidos.
También, la entidad médica sostiene que el alcohol es un gran enemigo cuando se busca perder peso. Recomienda que si se toma alcohol, siempre hay que hacerlo con moderación.
El alcohol posee alrededor de siete calorías por gramo, casi el doble que los carbohidratos y proteínas (4 calorías por gramo) y algo menos que las grasas (9 calorías por gramo). Si no puedes rehusar una copa durante una reunión o fiesta, haz que sólo sea eso: una copa.
Otros errores
Así como has subido de peso comiendo en exceso, bajarás de peso comiendo saludablemente. Si te saltas comidas, especialmente el desayuno, o directamente te obstinas en no comer, el cuerpo interpretará ese déficit calórico como escasez de alimentos y se aferrará a sus reservas de grasa, lo que provocará el efecto contrario al deseado.
Para bajar de peso debes comer responsablemente y esperar bajar no más de un kilo o un kilo y medio por semana; además de tu firmeza, una dieta pone a prueba tu paciencia.
Las dietas demasiado estrictas no son buenas. Al igual que por la razón anterior, también este punto tiene que ver con evitar que el cuerpo sienta mucha hambre. Agreguemos a nuestro conocimiento un secreto: si no incluimos en nuestra dieta, un permitido por día, (una barra de chocolate, un caramelo o una porción de helado) nuestro metabolismo desarrollará pronto lo que llamamos hambre de harinas o azúcar, lo que te hará cada vez más difícil mantener tu dieta.
Un permitido por día ayuda a aliviar la tensión que produce una ingesta reducida de alimentos. Pero, ten en cuenta lo siguiente: sólo un permitido por día, pequeño, y preferentemente durante la mañana, al mediodía o en las primeras horas de la tarde; si lo haces durante la noche, el metabolismo está más lento y es más probable que no puedas convertir el contenido calórico en energía.
Por último, un buen plan dietario debe siempre estar acompañado por un buen plan de ejercicios físicos. Inscríbete en un gimnasio, consulta a los profesores y, si puedes, gasta algo de dinero en un buen entrenador personal para que tus resultados se optimicen en el menor tiempo posible.
Datos
Según estudios, el 90-95% de la gente que intenta perder peso fracasa. Otras investigaciones indican que hasta dos tercios de los que hacen dieta ganan más peso del que tenían al empezar, y concluyen que hay poca evidencia de que las dietas generen pérdida de peso a largo tiempo.