En 1975 escribí mi primer libro sobre Educación Moral y Cívica, que además de ser declarado como libro de texto mediante la Resolución No. 1’75, de fecha 08 de mayo de ese mismo año, por el Consejo Nacional de Educación, fue ganador del Primer Premio Nacional de Didáctica “Manuel de Jesús Peña y Reynoso”.
En la Unidad No. 5 titulada “Gobierno y Soberanía” y específicamente en su tema No. 11 donde titulo: “Ideas acerca de los gobiernos”; expongo varios sistemas de gobiernos y al mismo tiempo hago un análisis crítico sobre alguno de ellos, como los siguientes:
1. La monarquía, regido por un monarca, unas veces designado por orden hereditario pero otras veces por decisión.
El filósofo griego Aristóteles define la monarquía como “Gobierno de uno solo”, en oposición a oligarquía “gobierno de unos pocos” y democracia “gobierno de muchos”. La monarquía absoluta es la que la soberanía reposa en el monarca, con un absolutismo pleno.
Ejemplo de esta forma de gobierno la podemos observar en algunos países del Medio Oriente, pero, la misma tiende a desaparecer.
Monarquía constitucional es aquella en que la soberanía reside en el pueblo y el monarca es una figura simbólica, cuyas funciones están delimitadas jurídicamente por una Constitución, como en Holanda, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Inglaterra, etc., pues en realidad quien gobierna es el Parlamento y los Primeros Ministros.
Son características generales de la monarquía su carácter vitalicio y su continuidad.
2. Imperio: El imperio es gobernado por un soberano con poderes especiales sobre uno o varios Estados que se unen para reforzar su poderío. Como ejemplo, mencionamos el Imperio Británico.
3. Repúblicas unitarias y repúblicas federadas.
Tomando en consideración, la división territorial del Estado y el ejercicio del poder sobre el territorio, las repúblicas pueden ser unitarias, las cuales se dividen en provincias o departamentos, y tienen una dependencia directa del Poder Central, pero bajo la autoridad de un Gobernador, unas veces escogido en elecciones generales, y otras veces designado por el Presidente de la República, del cual es su representante.
En oposición a las repúblicas unitarias, tenemos las repúblicas federadas, en la que cada estado goza de autonomía e independencia en relación con el gobierno central. Los estados federados eligen a sus diferentes autoridades, tienen su legislatura, su constitución, su sistema educativo, et., así como leyes propias para ser aplicadas a sus ciudadanos, y sólo dependen del Poder Central para algunos asuntos, entre los que sobresalen: las relaciones con los Estados, sean internos o externos.
4. Democracia. Esta doctrina política se caracteriza porque favorece la participación del pueblo en el gobierno, que tendrá predominio en el gobierno político del Estado. Partiendo de este contenido filosófico, el gran norteamericano Abraham Lincoln definió la democracia “como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
4. Tiranía y dictadura. Aunque por su semejanza, hay cierta tendencia a identificar la tiranía y la dictadura, y a un gobierno tiránico, también se le llama dictatorial, y viceversa, realmente no tienen la misma significación, y los gobiernos tiránicos y los dictatoriales no operan en la misma manera.
La tiranía se caracteriza por la imposición en grado extraordinario de cualquier poder o fuerza. Por eso el tirano es quien obtiene y mantiene contra derecho el gobierno del estado, gobernando sin justicia y según su voluntad. Ejemplos de tiranía lo encontramos en el gobierno de Trujillo, Fulgencio Batista, en Cuba; Rojas Pinilla, en Colombia; Pérez Jiménez, en Venezuela, Francisco Franco en España, etc.
La dictadura se caracteriza por la falta de límites en el ejercicio de las facultades políticas, pues, en las dictaduras las funciones ejecutivas y legislativas están en manos de uno o más hombres, y éstos intervienen, directa o indirectamente en la designación o destitución de los miembros del Poder Judicial.
En la República Dominicana encontramos que el Gobierno del Consejo de Estado (1962); y el Gobierno Provisional de 1965-1966, tuvieron en sus manos el Poder Ejecutivo y el Legislativo, y gobernaron con decretos-leyes, características de las dictaduras. Sin embargo, no podemos afirmar que los hombres que dirigieron el país en esos diferentes gobiernos, fueron dictadores: pero tampoco fueron tiranos. A estas clases de dictaduras se les puede llamar gobierno de transición.