El asesinato de cinco mujeres en 72 horas en la región del Cibao vuelve a colocar en primer plano el problema de los feminicidios, que en lo que va de año ya ha cobrado la vida de 50 féminas. Esta situación ha causado indignación en el seno de las organizaciones feministas, que se quejan por la falta de políticas de protección efectivas hacia las víctimas de violencia machista.
Raquel Rivera, vocera de los movimientos Hermanas Mirabal y Coordinadora de Mujeres del Cibao, denunció ayer que a esas entidades llegan mujeres golpeadas por sus parejas que temen entregar las citas de orden de alejamiento contra sus agresores.
Puso el caso de una dama residente en el sector Bella Vista al sur de Santiago, que dejó de trabajar durante tres días, pues tenía que entregar dos citas contra su ex pareja sentimental. “Esto no puede seguir, la cultura del silencio en las comunidades y barrios está permitiendo que maten y agredan a las mujeres y nadie hace nada”, se quejó Rivera.
Asimismo, criticó que sean desmantelados y dejados de lado proyectos para perseguir este delito.
“Nosotros presentamos al procurador un proyecto y eso permitió que al menos nombraran tres alguaciles para que entregaran las órdenes de alejamiento y dos motores para llevarlas, pero esto fue desmantelado”, apunta la dirigente feminista. Lamentó que sean entregadas las órdenes de restricciones sin darle seguimiento.
Intenta quemar casa con dos mujeres dentro
Las autoridades del municipio de Villa Isabela, en Puerto Plata apresaron a un hombre que intentó quemar la vivienda de su ex pareja sentimental.
José Leonel González Toribio, de 22 años, fue sorprendido en momentos que intentaba quemar la residencia donde reside Marta Masiel Rodríguez Mejía, de 32 años, quien se encontraba junto a su amiga María Altagracia Cruz Chávez.
Pacam pide aplicar leyes existentes
Para la directora ejecutiva del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (Pacam), Yanira Lara, el abordaje de la problemática no tiene que ver con la aprobación de más leyes, sino de la aplicación efectiva por parte del Estado de las normativas legales vigentes, como es la Ley 24-97, de Violencia Intrafamiliar, y de la propia Constitución de 2010, que en su artículo 42 consigna el derecho a la integridad personal, y específicamente, condena la violencia intrafamiliar y de género en cualquiera de sus formas.
Entiende que ya todo está escrito, y que el Estado, a través de los Ministerios de Salud Pública, de la Mujer y de Educación, conjuntamente con el Ministerio Público, debe dejar de ser pasivo ante este flagelo social y asumir su responsabilidad con un alto sentido de compromiso. “Es harto conocido cuál es el compromiso del Estado. A nosotras, aquí desde Pacam lo que nos queda es la sensación de que las mujeres estamos en tierra de nadie, que estamos solas”, afirma.
Asimismo, se quejó de la falta de operatividad de la Comisión Nacional de Prevención y Lucha Contra la Violencia Intrafamiliar (Conapluvi) un ente creado hace cinco años, que concibió un plan nacional de emergencia contra la violencia, el cual ni siquiera se reúne.
¿Qué hacer?
Yanira Lara expresó que ninguna Ong, tiene los recursos, la estructura ni la capacidad operativa como la tiene el Estado para reducir las alarmantes cifras de violencia intrafamiliar.
Insistió en la necesidad de que los distintos agentes que entran en contacto con la mujer abusada estén debidamente capacitados en el tema para evitar que casos similares se sigan repitiendo, “sólo así evitaremos que se sigan dictando sentencias desafortunadas, como ocurre frecuentemente, que se dejan en libertad a hombres sin tomar en cuenta la peligrosidad en que se encuentran las mujeres. Si una persona de las que está trabajando en una fiscalía cuando recibe la denuncia no entiende el riesgo que está corriendo esa mujer, siempre van a estar exonerando al hombre, siempre se le dará una oportunidad, y cada oportunidad que se le dé a un hombre pone en riesgo una vida.
Los detonantes de la violencia
Al conversar vía telefónica con elCaribe, la especialista explicó que existen varios detonantes para la explosión de la violencia machista.
“Existen varios factores de riesgo: Un hombre que posee un arma, blanca o de fuego; tiene escaso manejo del control de la ira, un hombre con celos imaginarios, con aislamiento, que habla poco, que no ha sido una ni dos veces que ha amenazado a esa mujer, que incrementa el uso del alcohol o de las drogas, que ha intentado suicidarse si ella lo deja, que no sepa manejar el estrés de la vida cotidiana, que haya tenido antecedentes penales, que piensa que la mujer debe vivir sometida y sumisa al hombre, y la considera un objeto de su propiedad, ahí estas ante una bomba de tiempo, que se va a convertir en un feminicidio”, afirmó Yanira Lara.
Procurador dice puede haber efecto contagio
El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, aseguró que en los últimos casos registrados hay aspectos fundamentales como la persecución de los agresores, el acceso a la justicia y principalmente un problema de machismo donde el hombre ve a la mujer como un objeto de su propiedad. “Ese criterio debe desaparecer de la mentalidad del hombre dominicano y tenemos que educar a nuestros hijos”, expresó. Aseveró que están atentos a lo que pueda ser el efecto contagio y que desde ya trabajan en acciones preventivas identificando cualquier indicio que pueda degenerar en un posible caso de agresión. De su lado, la Unión Democrática de Mujeres (Udemu), planteó que la violencia de género sigue siendo el enemigo número uno de las mujeres, quienes tienen como protector al Estado dominicano, debido a la falta de política y acciones concretas para contrarrestar estos problemas.