Mucho se ha hablado de los efectos de la diabetes, en especial en la vejez, pues es la etapa de la vida en la que se ven las consecuencias del estilo de vida que en la juventud la persona eligió. Pero… ¿qué pasa con los niños y los jóvenes que padecen esta enfermedad? ¿Cómo puede esta patología afectar su organismo a temprana edad? Detrás del desarrollo de la diabetes, regularmente, hay una alimentación poco balanceada y sedentarismo. Pero también existe un factor genético, que unido a los demás causas puede convertirse en una “bomba de tiempo” para los que no cuidan de su cuerpo.
Cristian Antonio de los Santos Sosa, Coordinador del Departamento de Endocrinología del Hospital General Dr. Vinicio Calventi, dice que en la actualidad, manejan 3,278 pacientes diabéticos, de los cuales 3,105 adultos tienen diabetes tipo 2 y 173 casos juveniles con diabetes tipo 1.
Estudios recientes, asegura De los Santos Sosa, muestran que la prevalencia en República Dominicana es de un 12 % y 34 % para la diabetes e hipertensión arterial (EFRICARD I-II-III).
Según investigaciones recientes, el sector de Los Alcarrizos es uno de los que tiene mayor presencia en su población de esta patología, con cerca de 325,000 habitantes y zonas aledañas.
Por otra parte, según datos de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición (SODENN), en el país tenemos un millón de diabéticos, y 1.5 millones de adultos y niños que son afectados por algún tipo de alteración metabólica asociada a esta condición.
Factores como la industrialización, la obesidad, la incorporación de nuevas pautas de vida y los cambios de la estructura demográfica influyen en que cada vez más niños desarrollen la diabetes tipo 2 en la pubertad.
¿Quiénes son los responsables?
Los padres son quienes deben poner el ejemplo en el hogar y en su vida diaria, llevando un estilo de vida sano que incluya una alimentación balanceada y la práctica de ejercicios, pues los niños son como “esponjas”, que imitan todo lo que ven.
En el caso de la diabetes tipo 2, la cual se caracteriza por el aumento de azúcar en la sangre, históricamente es considerada poco frecuente en la población infanto-juvenil, pero que por los factores antes mencionados, en la actualidad, es muy común verla en este grupo de personas y se está convirtiendo en una enfermedad pediátrica epidémica, asegura Dolores Mejía de la Cruz, endocrinóloga y presidenta de SODENN.
“Las características clínicas de los niños diabéticos tipo 2 sugieren que el defecto primario es la insulinorresistencia, la cual, en la evolución, determina el fallo de la célula beta”, explica Mejía, quien agrega que esta insulinorresistencia está determinada genéticamente, aunque también puede ponerse de manifiesto por factores como la obesidad.
“La historia se complica con la pubertad, donde la hormona de crecimiento (HNA GH) sería la responsable, debido a su incremento en este período, y explicaría el pico de aparición de diabetes tipo 2 en la pubertad en individuos genéticamente predispuestos y que son expuestos en esta etapa a un ambiente favorable”, comenta.
Según la doctora Mejía, el incremento de la obesidad y de la diabetes tipo 2 en la población infanto juvenil determina un grave problema en la salud pública, “nos encontramos frente al surgimiento de la diabetes tipo 2 como enfermedad pediátrica y la misma se presenta con mayor frecuencia en adolescentes de sexo femenino, obesas, con historia familiar positiva”.
En el caso de los niños y los adolescentes, los padres, quienes deben tener un control clínico de la glucosa anual en niños que presenten factores de riesgo, a partir de los 10 años, deben tener un plan alimenticio saludable e insistir en la actividad física, como una manera de evitar la aparición de la diabetes tipo 2 en los hijos, aseguran los expertos.
El diabético debe cuidar lo que come
Para evitar o retrasar la aparición de la diabetes, los especialistas recomiendan una dieta sana, rica en fibras y baja en azúcares, hacer ejercicios al menos una hora, cuatro o cinco días a la semana para mantener un peso adecuado, y realizarse chequeos rutinarios.
En el caso de que se le haya detectado la enfermedad, el plan alimenticio debe ser más riguroso y la actividad física no puede faltar nunca, según la endocrinóloga Taiana Ubiñas.
Esto, además de los medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre, así como orientarse a fondo de los detalles de su enfermedad, le permitirá estar alerta de cualquier cambio en su organismo.
Si padeces diabetes debe limitar tu ingesta de alimentos grasos, sobre todo aquellos ricos en grasa saturada. Es recomendable consultar al especialista para obtener recomendaciones más específicas y así evitar contratiempos con tu salud.