El principal éxito de la presente administración ha sido el mantener una estabilidad de la economía. Este es un logro que no se puede regatear. Se debe principalmente a la determinación de los funcionarios superiores del Banco Central de aplicar cuantas medidas sean necesarias para sostener estable el valor del peso dominicano, lo cual ha sido el principal objetivo de la política monetaria aplicada por esa institución.
En vista de que en el mes de agosto habrá un cambio de gobierno resulta importante identificar cuáles han sido los principales factores que han contribuido a la estabilidad de la tasa de cambio en los últimos años. Aunque muchos elementos diferentes han intervenido, los dos más importantes han sido los ingresos de divisas a través de aumento del endeudamiento externo y el control de los medios de pagos. Durante el período 2005-2011, el crecimiento anual promedio del medio circulante (M2) ha sido de 12.8%, el cual se corresponde con la tasa de crecimiento nominal de la economía (13.0%).
La principal herramienta que ha utilizado el Banco Central para lograr estos resultados ha sido la colocación en el mercado de nuevos certificados emitidos por esa institución, lo cual ha servido para retirar de circulación cualquier excedente monetario que se pudo presentar y que no estaba acorde con la capacidad de importar que en ese momento tenía la economía. Así vemos como en los últimos siete años y medio el BC ha aumentado la emisión de certificados en unos 150,000 millones de pesos. Pero el problema es que mientras mayor es la cantidad de los títulos emitidos, mayor es también el pago de intereses que devengan los mismos, los cuales teóricamente tienen que ser cubiertos con un aumento de la emisión, a menos que el Gobierno le provea al Banco Central los pesos necesarios para cubrir el pago de los intereses, ya que por su naturaleza los bancos centrales no cuentan con fuentes de ingresos autónomas.
Para el 2011 los intereses pagados por el BC fueron de unos RD$35,000 millones y el Gobierno tan sólo le entregó unos RD$18,500 millones, por lo que esta institución tuvo que seguir aumentando la emisión de certificados para cubrir la diferencia y así evitar un aumento excesivo del circulante monetario. Por estas razones, las próximas autoridades tendrán tres posibilidades. Primero, seguir aumentando la emisión de certificados, lo cual obviamente deberá tener un límite prudencial. Segundo, que el Gobierno entregue al BC una suma equivalente al déficit cuasi-fiscal de esa institución; y tercero, permitir que la moneda se devalúe, pero como esta última no es una opción deseada, el nuevo gobierno tiene que irse preparando a tener que transferir anualmente al BC una cantidad mayor que la suma que ha cubierto hasta la fecha. Por tanto, esta realidad debe ser prevista en los programas de gobierno que se elaboren.