Las exigencias para un atleta de alto nivel mantenerse en la cúspide traen consigo una serie de secuelas que salen a relucir cuando concluye su vida útil como deportista y en consecuencia, tiene que optar por el retiro.
Ningún atleta, cuando está en su apogeo, difícilmente piensa en el momento de marcharse de la alta competición y esto resulta un duro golpe.
Cuando llega el cese o parada del entrenamiento con resistencias o la significativa reducción del volumen de entrenamiento, de la intensidad o de la frecuencia, son múltiples las consecuencias.
Es por esta razón que a nivel mundial se está dando un caso alarmante, y es que los deportistas continúan ingiriendo las mismas calorías y esto se refleja en la obesidad y deterioro continuo del organismo, lo que está provocando un número significativo de muertes.
“Al ingerir las mismas calorías de cuando estaban haciendo una actividad intensa, disminuyen toda su actividad física, prácticamente las detienen y entonces tienen tendencia a la obesidad. Esto ha traído como consecuencia a nivel mundial que los atletas están sufriendo de trastornos cardíacos”, explica el doctor Rafael Reyes Corcino, especialista en medicina deportiva.
Explica el doctor Reyes Corcino que al momento de producirse la disminución de la intensidad o de la frecuencia del volumen de entrenamiento, trae como consecuencia un rendimiento reducido en la fuerza, potencia y resistencia muscular local.
Con la disminución del volumen de entrenamiento, pueden ocurrir alteraciones en la actividad hormonal y cambios en la función muscular y neural, por esta razón antes de terminar con un trabajo de entrenamiento se debe tomar determinadas medidas.
A los pocos días después de dejar de entrenar se produce un descenso importante de la función cardiovascular y del potencial metabólico muscular que coinciden con una reducción del rendimiento físico.
Una gran preocupación
A través de los años, ningún país había tomado en cuenta a los deportistas de alta competición que, por lógica, les llegaba el tiempo de irse al retiro.
Solo Cuba, según refiere el doctor Reyes Corcino, cuenta con un lugar de preparación que tiene por nombre “Desentrenamiento Deportivo”, donde el atleta se va adecuando bajo un programa, a desentrenarse, a cambiar su estilo de vida llevando a cabo entrenamientos que van.
En la actualidad, solo los cubanos tienen un centro de entrenamiento que se llama Desentrenamiento Deportivo, en donde el atleta se va adecuando bajo un programa a desentrenarse, a cambiar su estilo de vida haciendo entrenamientos que van de acuerdo a la actividad que han estado realizando después de haberse retirado.
Esta previsión tiene como objetivo que no ocurran esas cantidades de casos de atletas que han fallecido después del retiro a los tres, cuatro y hasta siete años. Otros países, como Estados Unidos, también están poniendo en práctica este programa por la preocupación de los atletas que llegan rápidamente a la obesidad.
“Siempre que se cree una conciencia de lo que es la actividad física, el gasto de energía física, de lo que son los sistemas productores de energía en los atletas, se logra que tengan conciencia que sus vidas ya han cambiado”, agrega el doctor Reyes Corcino.
Inicio de la actividad deportiva
El desentrenamiento no necesariamente debería ser cumplido solo por aquellos que se sometieron a un altísimo entrenamiento físico, sino que además por todos aquellos atletas sin importar el nivel que por diferentes razones han decidido cambiar de forma de vida.
Reyes Corcino explicó que una persona que se inicia en la práctica deportiva primero debe someterse a una buena evaluación médica que incluya estudios de mayor importancia que registren respuestas cardíacas a los ejercicios, así como tensión arterial.
Recomendó como ideal en la evaluación médica, la prueba de esfuerzo y la ecocardiografía, las cuales tienen entre 85 o 90 y 98 o 99 por ciento de seguridad, respectivamente.
“En toda evaluación de una persona que va a hacer ejercicios, lo ideal es que se haga esta prueba médica que contenga ese examen de esfuerzo para ver la respuesta del corazón a los ejercicios o la carga de ejercicios a la que se está sometiendo el cuerpo”, dijo.
La rutina de ejercicios y alimentación balanceada
Cualquier programa de ejercicios para una persona que desee tener una buena actitud y aptitud conlleva mínimo una rutina de tres a cinco veces por semana de actividad física, afirma el doctor Reyes Corcino. Indicó que después de la evaluación cardiovascular y que esté todo en condiciones, normal o que no ofrezca ningún riesgo para realizar la actividad física, entonces se puede proceder a hacer ejercicios de una forma escalonada hasta lograr una buena condición física. En cuanto al tiempo para la práctica de ejercicios, el profesional de medicina deportiva recomienda entre 30, 45 a 50 minutos inicialmente y dos sesiones de 15 minutos. Se recomienda, conjuntamente con los ejercicios, que se haga una dieta adecuada en donde se haga mayor énfasis en los vegetales, ensaladas, frutas, disminuir grasas y carbohidratos.