La extracción de material para construcción, la contaminación ocasionada por las empresas mineras y las aguas residuales están extinguiendo la vida de la mayoría de los ríos de la provincia Monseñor Nouel.
Uno de los más afectados es el río Yuna, que es el más caudaloso de República Dominicana y se encuentra totalmente deforestado y fuera de su cauce desde la comunidad de Los Quemados hasta la Presa de Hatillo.
El Yuna es definido como una fuente de vida, de producción industrial y agropecuaria. Otros ríos de importancia de esta provincia son el Yuboa, Masipedro, Blanco, Maimón, Juma, Jima,T ireo y Piedra.
El ambientalista Ramón Castillo Soto se lamentó que 19 compañías se dediquen, noche y día, a la extracción de agregados de los ríos de Bonao en supuesta complicidad con la oficina ambiental de aquí, en violación a la ley 64-00 de Recursos Naturales y Medio Ambiente.
“En lugares prohibidos las empresas y asociaciones, dedicadas a vender arenas, gravas y gravillas en desmedro de la vida de la fuente de agua, usan decenas de camiones para trasladar grandes cantidades de materiales de construcción”, expresó Castillo.
Entre las empresas que se dedican a la extracción de materiales citó a Ozoria y Asociados; Moll, C por A; Bonao Industrial, Comercial Burkina, la Asociación de Propietarios de Camiones de Volteo de Bonao, Transporte Pípele, Construcciones y Servicios Múltiples del Yuna, Evelio Alegre, Hato Viejo Industrial y los Hermanos Yarull T.
Mientras que desde los sectores Brisas del Yuna, los Maestros, Empresas dos Ríos y Calle Dominicana, vierten las aguas negras y residuales al río Yuna y Yuboa. Las mineras que, según los ambientalistas, afectan a los afluentes y ríos son Falcondo, Cerro Maimón y la Barry Gold, que se encuentran en el corazón del país. Castillo Soto dijo que dichas empresas usan palas mecánicas y equipos pesados ante la mirada indiferente de las autoridades.