Delirar por amor

¿Qué pasaría si no supieras diferenciar entre la verdad y la ilusión?  El amor es como una ruleta: viene y va; y como involucra a otro ser es difícil definirlo de forma aislada. Esto porque las muestras de afecto cambiarán…

¿Qué pasaría si no supieras diferenciar entre la verdad y la ilusión? 

El amor es como una ruleta: viene y va; y como involucra a otro ser es difícil definirlo de forma aislada. Esto porque las muestras de afecto cambiarán de persona a persona. Muchas veces, en todo este juego es complicado saber quién quiere a quién, y aunque profeses amor por alguien, no es definitivo que te querrán devuelta. Convencerte de lo contrario es un delirio, una forma de psicosis pasional que se conoce como erotomanía o síndrome de Clérambault.

 

¿Cómo se da?

Dicho delirio resulta de ideas, interpretaciones y percepciones erróneas de las acciones del objeto amoroso, lo que provoca que una persona se crea amada. Para el erotomaníaco la otra persona es quien ha hecho las primeras insinuaciones para  que esta relación exista.

El psiquiatra Iván Lerma dice, en su blog personal, que quien padece de éste trastorno, está convencido de que tiene una relación amorosa con una persona, generalmente de una posición social superior o que puede resultar inalcanzable. “Quien sufre este tipo de delirio verá pruebas del amor que le manifiesta su “pareja” en el acto más insignificante que éste realice”, explica.

Erotomanía y ninfomanía no es lo mismo,  puesto que la primera reside en la cabeza y la segunda se origina en los órganos reproductivos.

El proceso

Estas ideas delirantes provocan un trastorno afectivo que lleva al paciente a tener alucinaciones y a creerse el amor irreal que lleva con su “pareja”. La supuesta relación puede involucrar personas con las que nunca ha tenido contacto o que ni siquiera conoce.

“La locura de amor no respeta ni a sabios ni a locos, el enfermo es un juguete de la imaginación”, dice Jean Étienne Dominique Esquirol, psiquiatra francés y estudioso de enfermedades mentales como la erotomanía.

Somos las más propensas

Según Clérambault, existe una categoría de personas que son más susceptibles a padecer esta enfermedad mental, y las mujeres ocupan la primera posición seguidas de quienes (hombres o mujeres) padezcan de esquizofrenia, desorden bipolar o depresión. Los doctores C. Bucknill y D. H. Tuke, expertos en enfermedades mentales, identifican como personas susceptibles a aquellas que siguen o llevan un patrón de castidad a lo largo de la vida y mujeres solteras o viudas, histéricas o hipocondríacas.

Síntomas comúnes

* Convicción de una comunicación amorosa irreal.

* Enamoramiento obsesivo.

* Objeto amoroso de un rango social superior o inalcanzable (ej.: un artista).

* Trastornos en la personalidad.

* Creencia de que el objeto amoroso es quien ha empezado las insinuaciones.

* Alucinaciones o construcción de falsas realidades.

* Pueden haber conductas de acoso y agresivas hacia el “amante”. P                              

“La erotomanía degenera, se extiende a un gran número de objetos, se vuelve general y puede terminar en demencia”

Jean Étienne Dominique Esquirol, psiquiatra.

Gaétan Gatian de Clérambault, psiquiatra francés, fue quien utilizó el término por primera vez, en 1920, para referirse a un estado delirante acompañado de un sentimiento de pasión o amor, según explica el autor de La Enciclopedia de esquizofrenia y otros desórdenes psicóticos (The Encyclopedia of Schizophrenia and Other Psychotic Disorders).

 

La erotomanía en…

La literatura:

* El Quijote de la Mancha. Libro de Miguel Cervantes en el que el personaje principal vive en un delirio eterno y posee una obsesión amorosa por Dulcinea.

* Amor perdurable. Libro de Ian McEwan donde su personaje principal es víctima de un erotomaníaco.

 

El cine:

* À la folie…pas du tout. Filme francés de 2002, en la que una mujer sustenta una relación amorosa irreal con un desconocido.

* Beautiful. Película coreana de 2008. En ésta, la mujer desarrolla una serie de desórdenes mentales tras ser víctima de las acciones obsesivas de un erotomaníaco.

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