Santiago. El descuido del lugar, el robo de bancos y lámparas y los constantes asaltos han convertido los principales parques de esta ciudad en los lugares de recreación y diversión más inseguros.
De acuerdo a comerciantes de la zona, a diario se registran varios casos de personas que son víctimas de la delincuencia.
La principal queja de los ciudadanos, es que los agentes policiales y municipales resultan insuficientes para enfrentar la situación y velar por la seguridad de quienes acuden a estos espacios de entretenimiento. Actualmente, la alcaldía de Santiago se embarca en la reconstrucción de los parques Duarte, en la calle Del Sol, y el Yoryi Morel, dos de los más afectados por la delincuencia, los cuales son utilizados por vagabundos, prostitutas y homosexuales.
Wáscar Rodríguez, un comerciante de las proximidades del parque “Los Chachaces”, en el centro de la urbe, narró el asombroso hecho en que un agente de la Policía Nacional compró una tarjeta de llamada e inmediatamente apareció un joven y se la arrebató de las manos.
El policía corrió tras el malhechor hasta cruzar el parque y algunos metros por la avenida Juan Pablo Duarte, pero luego se detuvo porque estaba agotado.
“Son cosas que vemos a diario, cada vez menos personas utilizan los bancos debajo de los árboles para conversar o disfrutar un helado, por temor a la inseguridad del lugar”, refirió Rodríguez.
A esa situación en los espacios recreativos se añade que también son afectados por el vandalismo y en muchos casos los dejan a oscuras, ya que destruyen sus bombillas y se roban el cableado
eléctrico.
Las verjas perimetrales son los espacios aprovechados por quienes deciden alimentar sus vicios, privando a quienes desean compartir con familiares y amigos de un ambiente fresco y natural.
Recientemente, el arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio, mostró preocupación por la situación del parque Duarte que está en proceso de reconstrucción.