La cita estaba concertada para las 4:00 de la tarde, pero debíamos estar en el Palacio Nacional a las 3:00 para la adecuación del escenario, que sería compartido con un equipo de CDN. El presidente llegó a las 4:15. Entró y saludó sonriente. Parecía de muy buen humor. Se aproximó y preguntó acerca de la temática que trataríamos. Cuando le expresé que hablaríamos de Leonel Fernández el ser humano, el jefe de Estado que dentro de nueve meses y medio dejará el poder, pareció sorprenderse… y mostró algún nivel de duda.
Pero ya la entrevista era un compromiso de honor y sólo bastó un atrevimiento de mi parte: “Si lo he sorprendido para hablar en estos términos, hay una realidad inevitable que el país sabe y entiende. Su período de gobierno termina, y nuestro interés es que los dominicanos sepan cómo ha sido para un hijo, un padre, un jefe de familia, un ser humano, confrontar cada día la difícil tarea de gobernar una Nación”. El hombre asintió con una suave sonrisa y avanzó hacia las dos butacas que nos esperaban en un salón de la tercera planta, donde se produjo el siguiente diálogo.
Presidente, quisiera llevar este diálogo por un camino diferente, salir un poco de la cotidianidad. Hablar del futuro del presidente Fernández cuando se acerquen los días de salir del Palacio, si contempla volver a la docencia.
Yo pienso que mi vida siempre ha sido la de educador. Fui profesor de la Primaria, de escuela secundaria y después en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en la Facultad de Ciencias Sociales. Siempre he dicho que hasta en gobernar hay una pedagogía política que siempre traté de llevar a cabo. Porque en la medida en que uno pueda comunicarse de manera más clara y eficiente con la población… educa, crea opinión pública y le da legitimidad y confianza a las cosas que el Gobierno quiere hacer. De manera que fuera de la Presidencia, de alguna manera estaré vinculado al ámbito educativo, ya sea organizando talleres, organizando seminarios o cursos específicos.
Usted tiene la Fundación.
Sí. Además se ha creado un instituto de altos estudios en ciencias sociales, que es también para maestrías y doctorados, en coordinación con instituciones de educación superior de gran prestigio, para formar un núcleo de líderes especializados en distintas áreas del saber en ciencias sociales: economía, ciencias políticas, derecho, sociología, derecho de comercio internacional, derecho bursátil… No el derecho convencional que tenemos todos, sino el derecho global. De manera que también ahí en algún momento puede darse la oportunidad de poder contribuir con la nueva generación, que sepa lo que he podido conocer para poder dejar un modelo de influencia en República Dominicana.
Presidente, desempeñarse en estas funciones que le llevan tanto tiempo, le quita tiempo para estar con su familia. ¿Cómo usted comparte con su gente?
La política y la Presidencia de la República implican un gran sacrificio. Se sufren muchas privaciones personales. No es una vida común. La familia se ve afectada por la falta de tiempo y la falta de atención. Pero se comprende, porque se sabe que se está en una función que va en beneficio de toda la colectividad dominicana. Sin embargo, debo decir que es tal el nivel de consagración que requiere el cargo que no cabe dudas que va en detrimento de unas relaciones familiares normales como las que puede tener cualquier individuo con los padres, con los hijos, con la esposa. Sin duda alguna, reconozco que se les dedica poco tiempo por ejercer una función tan delicada como la Presidencia.
Pero también a usted mismo, no solamente a la familia. A veces uno percibe que no se dedica tiempo suficiente. ¿Qué pasa con el Presidente? ¿Va al médico? Más ahora que hemos visto a Lula y a Chávez con problemas de salud.
Sólo me practico un examen anual. Hasta ahora puedo decir que he tenido la suerte y el privilegio de contar con una salud regia, una salud a toda prueba. Puedo decirle que a mí sólo me ha dado gripe y eso muy ocasionalmente. Pero yo sé que con el paso del tiempo y el rigor del trabajo, uno tiene que tomar medidas preventivas de mayor calado. Por tanto, me hago el chequeo rutinario todos los años, con médicos de distintas especialidades. Esto que hemos visto con el caso del presidente Hugo Chávez y el caso del ex presidente Lula Da Silva, tiene mucho que ver con la intensidad con que se ejercen estas funciones.
También el presidente Fernando Lugo, de Paraguay.
Afortunadamente ha superado el cáncer. Tiene mucho que ver con las emociones, que en los seres humanos se registran de diferentes formas. Yo he conversado con presidentes que me dicen que sienten presiones y otros desarrollan como un tic nervioso. Eso ocurre de manera involuntaria. Hay otros que tenemos un temperamento mucho más controlado. Yo no lo siento por ninguna parte, ¿verdad? (sonríe), pero sin duda que el organismo humano de alguna forma lo va a sentir. Por ejemplo, el presidente Balaguer perdió la vista en la Presidencia, porque encerrado en este Palacio todo el día, al no tener suficiente sol, tener que trabajar doce o catorce horas cada día, enclaustrado, eso también va teniendo un efecto en el organismo. Entonces, hay que balancear. Hago ejercicios todos los días, camino en una máquina, hago otros ejercicios.
Usted es amante del basquetbol. ¿Dejó la práctica del básquet?
Menos, en menor grado practico baloncesto. Cada cierto tiempo tomo la bola y tiro un 21, pero en realidad, diariamente subo a la máquina, levanto pesas y me mantengo. Cuando paso dos días sin hacerlo, entonces el cuerpo me lo pide. En los últimos años, debo decir que también me cuido mucho con la alimentación. Trato de comer cosas que no sean grasosas, trato de controlar el peso y de no comer de noche, tarde. Después que uno pasa de los 50 años de edad hay que tomar medidas que no se tomaban antes: la acumulación de trabajo y más edad el cuerpo, la naturaleza, se expresan y si uno no se cuida se manifestará con algún tipo de enfermedad.
Precisamente a veces las presiones, las críticas, de alguna forma vienen con el desempeño de la función pública. ¿Cómo siente usted que lo ha tratado la oposición en este período, cómo le ha ido?
Mire, hay que entender que en democracia existe una diversidad de fuerzas, y aunque usted sea Presidente no va a coincidir en todo con ellas. En democracia hay una oposición y ese papel debe darse en función de sus críticas. Eso pasa por ciclos. Hay momentos en que la crítica es fundamental, es institucional. Pero pocas veces ha habido excesos, como una crítica personal, en fin.
Por ejemplo, cuando a usted le dicen que su gobierno es corrupto, que está rodeado de funcionarios corruptos, ¿cómo usted se siente en su integridad personal?
Primero trato de indagar sobre la certeza de lo que se dice, sobre su veracidad. He tratado de hacer un gobierno íntegro. Considero que la honestidad y la integridad juegan un papel fundamental para la confianza y la credibilidad, que es lo que el pueblo merece. Nosotros hemos tenido el privilegio y el honor de servirle al país, por eso tenemos que actuar con visión histórica, con sentido de la moralidad. Por tanto, cuando hay una acusación o un alegato de esta naturaleza es mi obligación moral tratar de indagar sobre la certeza de lo que se dice. Ahora, he procurado siempre, desde mi primer período de gobierno, contribuir a la creación de una institucionalidad que permita prevenir, perseguir y castigar la corrupción. Antes de 1996 en el país no existía esa institucionalidad que de mayor transparencia y permita una mayor rendición de cuentas de la acción de gobierno. En todas partes del mundo, en todas las épocas históricas, ha existido corrupción. El problema es de qué tipo y cuál es la naturaleza de esa corrupción. Yo he hablado siempre del fenómeno de “hípercorrupción”, que es cuando existe una voluntad política deliberada a los más altos niveles de promoción de la corrupción,. Eso ya es un problema agudo, estructural, que no debe existir en un Estado. Eso es diferente a que pueda haber algún que otro individuo que incurra en actos reñidos con la moral y lo que es la ética del servidor público. Esas cosas se dan en todas partes. En el último congreso del Partido Comunista Chino, un país que hizo una revolución radical, el tema fundamental fue la lucha contra la corrupción. En Cuba, en el congreso reciente que se efectuó en el transcurso de este año, el tema fundamental fue la lucha contra la corrupción. Cuando usted observa los casos de Wall Street, verá que los banqueros están siendo acusados de actos de corrupción. Es algo que estará siempre y hay que mantener una actitud siempre alerta en contra de eso. Obviamente, si se comprueba un caso de falta violatoria, pues que se actúe estableciendo las sanciones de lugar. Por tanto, creo que mantener esa honorabilidad es clave para que una gestión de gobierno goce de la confianza y de la credibilidad de los ciudadanos.
He visto ahora, precisamente, que el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, está diciendo que el gobierno está haciendo uso abusivo de los recursos del Estado para favorecer al candidato Danilo Medina (PLD). Incluso ha hecho denuncias por ese motivo ante organismos internacionales.
Usted sabe que cada cierto tiempo, y sobre todo en procesos electorales, la oposición suele hacer alegatos de ese tipo, que se usan recursos del Estado para promover la candidatura. Yo me quedo reflexionando exactamente qué es lo que quiere decirse con eso, porque si usted me dice que se toma dinero del presupuesto público para instalar vallas, afiches a favor de un candidato, entonces se están usando recursos del Estado. Si me dice que se están usando recursos públicos para pagar spots publicitarios en la televisión o en la radio, eso es utilizar recursos públicos en la promoción de un candidato. Ahora bien, si usted utiliza recursos del Estado para aplicar políticas del Gobierno, como puede ser, por ejemplo, una política de construcción de viviendas o de promoción a la agricultura, o de pavimentación de carreteras o arreglo de caminos vecinales, y eso beneficia al que está en el gobierno, eso no es usar recursos del Estado ni de promoción, eso es cumplir con su obligación y su deber, y si lo hace bien, usted espera como contrapartida tener el respaldo de los ciudadanos. Naturalmente, en la medida en que una agrupación política o un candidato siente que está perdiendo el respaldo popular, necesita buscar alguna argumentación que lo justifique y la mejor manera siempre es imputando al adversario una acusación alegre, sin fundamento, de esta naturaleza, para poder explicar a sus partidarios por qué está perdiendo el favor, el apoyo de la ciudadanía.
¿Usted me está diciendo que Hipólito Mejía está perdiendo el favor de la ciudadanía?
Lo están diciendo todas las encuestas. El candidato del PRD ha venido bajando de una manera alarmante en las encuestas nacionales, ha venido perdiendo el favor del electorado. Danilo Medina, el candidato nuestro, del Partido de la Liberación Dominicana, sin duda que ha venido y ha estado como los Cardenales de San Luis, Danilo Medina, de abajo ha venido subiendo y subiendo, y ya le está ganando la partida a su adversario y tengo la certeza y la conclusión de que por el camino que va ganará en la primera vuelta electoral que se celebrará en mayo del 2012.
Presidente, volviendo a Leonel Fernández en el poder, en su ejercicio, ¿cuál ha sido el momento más difícil que usted ha confrontado?
Mire, yo diría que más que encontrar un momento preciso, es haber entendido algo que no tenía tan claro antes de ser presidente. Es el hecho de que la naturaleza de la política, la esencia de la política está en el conflicto. No importa lobien intencionado que usted sea, no importa lo bien que resulten los programas de gobierno, el querer hacer el bien, incluso, conduce a confrontación. Y portanto, usted tiene que aprender a manejar esos conflictos para poder tener el éxito, poder lograr los propósitos que se ha planteado.
Porque antes uno creía, ¡bueno…! ¿Cómo evito estos problemas, cómo evito estas confrontaciones? y es imposible, porque es la esencia misma de la política y cada actividad que usted realiza, de alguna forma u otra, está en el terreno conflictivo. Por tanto, no hay un episodio sino que se registran múltiples episodios donde los conflictos aparecen en el centro de las decisiones que, como Presidente de la República, usted debe tomar.
Pero si pudiera señalar algún momento de la República.
No tendría uno así. No recordaría en este momento un episodio específico o especial, porque son tantos… Protestas, huelgas, paros, provocaciones continuamente. Pero eso ya forma parte del ejercicio de la política. Usted termina asumiendo eso como parte de la naturaleza de la política.
A nivel político sí. Pero a veces hay situaciones como un ciclón, un gran evento de la naturaleza. Por ejemplo, el huracán Georges (1998), ¿cómo lo estremeció Georges?
Siempre son desafíos, pero cuando estos desafíos y estos retos se presentan, usted tiene que manejarlos para que el país siga avanzando. Las críticas a veces son buenas, porque permiten romper con el statu quo, permiten romper la resistencia que hay para el cambio y para las reformas. Entonces, eso pasa, llega un fenómeno de la naturaleza y eso hace que el gobierno se involucre más y que logre hacer cosas con la comunidad afectada, que en otras circunstancias no se hubieran hecho. Por tanto, creo que al final, el reto es positivo. l