Fuertes dolores estomacales, sudores y escalofríos suelen ser los síntomas que se manifiestan cuando existe una “obstrucción” para poder defecar, y padecerlo suele causar incomodidad, tanto física como anímica. Las “visitas fallidas” al baño son cada vez más comunes, haciendo que el estreñimiento sea un tema habitual entre los allegados en busca de una solución rápida y efectiva.
Por lo regular, el consejo habitual es tomar un laxante para que el intestino se desintoxique de manera “eficiente”. Pero como dice un conocido refrán: “la desesperación es parte del fracaso”, y como explica el doctor Pascual Núñez, presidente de la Asociación Dominicana de Gastroenterología, el consumo de laxantes, sin prescripción médica y de manera abusiva, solo trae complicaciones, que en vez de mejorar la constipación puede agravar el cuadro de estreñimiento y afectar al organismo.
“Quienes suelen presentar un cuadro de constipación de manera constante por más de un año, deben acudir a un especialista, antes de ingerir laxantes para solucionar su problema. De esta forma, se podrá detectar la causa exacta y trabajar para solucionarlo”, comenta Núñez.
Es mejor prevenir para no lamentar
El experto detalla que prevenir los problemas de estreñimiento o irregularidad en el intestino, es fácil; solo se deben seguir cuatro reglas básicas, las cuales son: ingerir suficiente agua, aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibras, hacer ejercicios, y por último, pero no menos importante, desarrollar un hábito en las idas al baño. “Optar por consumir laxantes de manera indiscriminada y sin supervisión médica, solo trae como consecuencia el desarrollo de algún tipo de patología, como por ejemplo enfermedades inflamatorias del intestino”, agrega Núñez.
Algo que se debe tomar en cuenta, cuando se ha determinado que se padece de constipación, es que esto puede ser un llamado de alerta de que “algo” anda mal en el tubo digestivo. Muchas pueden ser las causas que perturban la evacuación de las heces, que en la mayoría de los casos, suele deberse a una inadecuada alimentación, la ingesta de pocos alimentos que contengan fibra y deficiente consumo de agua en la dieta diaria. Esto trae como consecuencia que el colon o intestino grueso , al no contar con la “materia prima” (la fibra) necesaria para trabajar se constipe.
Ya sea para perder peso o para regular el funcionamiento del intestino, ingerir cualquier tipo de “purgantes” de forma abusiva agrede el intestino, ya que si se consume este tipo de productos constantemente podría provocar que este se vuelva “vago”, pudiendo anular su función de manera independiente.
“Soy partidario de los procesos naturales. Los laxantes son productos químicos que “ayudan” a combatir la constipación crónica, pero la realidad es otra. Esos productos van inflamando las paredes del intestino provocando malestar y dependencia para lograr ir a evacuar”, comenta Alfonso Brossa, gastroenterólogo y endoscopista.
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