La Habana. Cuba y la Unión Europea firmaron el viernes un acuerdo de diálogo político y cooperación que cerró dos años de negociaciones y varias décadas de fuertes tensiones debido a que el bloque condicionó el acercamiento a reformas políticas y económicas en la isla.El acuerdo marcará una nueva fase de las relaciones bilaterales… es una demostración histórica de la confianza mutua y el entendimiento”, declaró la representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Federica Mogherini de visita en la isla.
El convenio con la UE se rubricó a una semana y media del viaje del presidente Barack Obama a la isla, el primero de un mandatario estadounidense en más de 80 años y luego de cinco décadas de enfrentamiento bilateral tras el triunfo de la revolución cubana ambos países comenzaron un acercamiento en diciembre de 2014.
“El término de las negociaciones y la firma del acuerdo marcan el final de la Posición Común europea de 1996 como instrumento que define las relaciones de la Unión Europea y Cuba”, expresó Mogherini.
El documento llamado la Posición Común fue un elemento de máxima irritación entre el bloque y la isla, ya que restringía la cooperación y cualquier diálogo a que Cuba impusiera cambios en su modelo unipartidista, avance en materia de libertades cívicas y tuviera una apertura de mercado al estilo de las potencias occidentales.
Cuba insistió que el texto era una injerencia en sus asuntos internos y una política de doble rasero, pues la UE hacía la vista gorda en países que tenían flagrantes violaciones a los derechos humanos básicos como la salud o la alimentación, pero presionaban a la isla por no convenirle su modelo.
También acusó a la UE de seguir la política de Washington que impuso presiones a la isla hace más de 50 años.
Establecen la regularidad del diálogo
El convenio firmado por la partes establece la regularidad de un diálogo y el desarrollo de proyectos de cooperación en materias tan diversas como medio ambiente, agricultura o sistema tributario. “Ha sido un proceso negociador dinámico, riguroso, no exento de complejidades, un proceso en el que persisten diferencias en algunos ámbitos ”, dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez.