Hay tiempo para todo”. Esta frase de Salomón, considerado el rey más sabio que tuvo el pueblo de Israel (a.C), se recoge en uno de los libros sapienciales de la Biblia. Exactamente dice que: “Hay tiempo para todo debajo del Sol”, y empieza por mencionar acciones y sus contrarias (plantar y cosechar; reír y llorar; construir y derribar).
Ahora bien, la gran pregunta sería: ¿Cuál es el tiempo exacto? ¿Cómo saber cuándo toca plantar y cuándo cosechar? Para las parejas que han decidido dar el paso de casarse o vivir juntos, el eco de esta interrogante resuena en el momento en que consideran tener un(a) hijo(a).
Para la doctora estadounidense, Miriam Stoppard, en su libro Del embarazo y nacimiento: “No existe el momento perfecto para tener un hijo(a), porque siempre surge algo en la vida profesional o doméstica. Es posible afirmar que tampoco existe el momento equivocado. Sin embargo, es de vital importancia que el bebé sea deseado”.
Físicamente la mujer está prepara para concebir desde la llegada de su primera menstruación, que puede suceder desde los nueve y hasta los 16 años, dependiendo de la “madurez del aparato genital”, según lo afirma la ginecóloga Lola Pérez Jaraíz, del Hospital San José de Madrid, en un estudio publicado en el diario El Mundo.
Ahora bien, lo físico no es lo único que ha de estar listo. La psicóloga clínica y terapeuta familiar, Luz Marina Cortázar, infiere que una mujer debe estar psicológica y emocionalmente preparada para ser madre: “Hay tantas adolescentes que quedan embarazadas que no tienen ni idea de lo que es”.
El gran número de jóvenes embarazadas (22.1% a finales de 2013 en nuestro país, para 105 de cada mil adolescentes), contrasta con una variable ascendente de féminas que atrasan el período de maternidad por razones sociológicas como la profesión, el trabajo, la economía, o sencillamente, porque no es algo para lo que se sientan llamadas.
Probabilidades. “Por cada 100 mujeres fértiles de 30 años de edad que intentan quedar embarazadas en un ciclo, 20 tendrán éxito y las 80 restantes tendrán que intentarlo de nuevo. A la edad de 40 años, la probabilidad de una mujer es inferior al 5% por ciclo; por lo tanto, se espera que menos de 5 de cada 100 mujeres tengan éxito cada mes”. Sociedad Americana de Medicina Reproductiva.
A tiempo
Y, aunque desde el punto de vista social hay un cambio visible, dado por la decisión de la mujer de tener familia pasado los treinta años, la fertilidad tiene una fecha de caducidad, y eso no ha variado. Según estudios ofrecidos por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, el potencial de reproducción disminuye a medida que las mujeres envejecen y la fertilidad finaliza, normalmente, entre cinco y diez años antes de la menopausia. El documento, revisado en el 2013, explica que debido a este tiempo de “espera”, la infertilidad es más común. Esto, a pesar de que el estilo de vida sea más saludable (dieta, ejercicios): “Una mejor salud en la edad adulta no llega a contrarrestar la declinación natural de la fertilidad relativa a la edad”. ¿Y por qué sucede? Esta institución responde que debido a que con los años, se produce una disminución normal en la cantidad de óvulos que están en los ovarios, sucediendo incluso mucho antes de lo previsto. En el caso del hombre, es todo lo contrario. Él sigue produciendo espermatozoides a lo largo de su vida.
Si o no
Los abortos espontáneos, o bebés con deformaciones o embarazos de alto riesgo (presión alta, preclancia) son producidos por la baja calidad de los óvulos, siendo así un poco después de los 35 años.
Lo cierto es, entiende la especialista Luz Marina Cortázar, directora del Instituto de la Familia, que no hay una norma respecto al momento exacto de tener los hijos(as). Lo que sí reconoce es que físicamente una mujer (y un hombre) ya no están igual de fuertes para tener su bebé superados los 45 ó 50 años.
“Es más agotador”, asegura.
“La mejor edad reproductiva de una mujer es cerca de los 20 años”, asegura la Sociedad Americana de Médicina Reproductiva. La fertilidad disminuye gradualmente a partir de los 30, sobre todo después de los 35 . Cada mes que lo intente, una mujer sana y fértil de 30 años de edad, tiene una probabilidad del 20% de quedar embarazada.
Pero no todos opinan lo mismo. John Mirowski, sociólogo de la Universidad de Texas, luego de realizar un estudio al historial clínico de unas 3 mil mujeres, dedujo que la mejor edad para ser madres es a los 34 años. Su punto de vista es el siguiente: “Una mujer que haya sido madre a los 18, es 14 años más vieja que una que lo haya tenido (un bebé) a los 34 años.
La doctora Miriam Stoppard, en Del embarazo y el nacimiento, va mucho más lejos. Para ella “tener una preñez satisfactoria”, es posible a cualquier edad, siempre y cuando sea una mujer que esté en saludable. Su conclusión es que el factor salud es único que predice “el resultado de un embarazo”, no así su edad.
Alimentación
Un bebé que nace saludable, por lo regular, es fruto de unos padres saludables. Pero sobre todo, de una madre que así lo sea. Los factores de riesgo más altos son los relacionados a la malnutrición y el estado físico de la mujer de acuerdo a Stoppard. La doctora señala que una mala alimentación no es únicamente por la pobreza, sino que también es producto de trastornos alimenticios (bulimia, anorexia) o excesos de dietas para adelgazar. Su recomendación: cuidar su estilo de vida, su estado de salud y nutrición cuando tome la decisión de concebir.
Practique algún ejercicio, como nadar y elimine cualquier contacto con drogas, cigarrillos y alcohol. ¡Ah! Y lo más importante, relájese. El estrés no ayuda a concebir, según la doctora.
Una relación estable
La web parejas.about.com, señala como un “error” buscar los hijos “para llenar grietas en el matrimonio. Un(a) hijo(a) no trae unión a una pareja en crisis”, refieren. Esto también aplica para aquellas mujeres que piensan que lograrán atrapar a un hombre si logran embarazarse de él. Olvídalo. El cuento ha cambiado.