Las críticas a los pobres resultados en la evaluación escolar del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) que dejan malparado el sistema educativo dominicano y ponen en entredicho la “Revolución Educativa” continúan.Para la ex ministra de Educación, Yvelisse Prats de Pérez, los resultados de PISA 2015 eran de esperarse pues las autoridades educativas no tomaron los correctivos de lugar cuando el país se midió junto a dieciséis naciones en la segunda y tercera prueba de Evaluación Regional Comparativa y Explicativa de la Unesco, que arrojaron serias fallas en comprensión lectora.
Recordó que en ambas pruebas, la República Dominicana no solo quedó por debajo del resto de países de América Latina, sino que la Unesco tuvo que habilitar una especie de “sótano” para acomodar las respuestas de los dominicanos que superaban las peores notas que ellos tenían establecidas en su ranking.
Por eso insiste en la necesidad de convocar con carácter de urgencia al Consejo Nacional de Educación, declarar en estado de emergencia las escuelas dominicanas y convocar a las organizaciones de la sociedad civil como Educa, Educación Digna y las universidades que forman docentes para comenzar a buscar soluciones a los problemas de cara al próximo año escolar.
En tanto, la senadora Cristina Lizardo, presidenta de la Comisión Permanente de Educación de la Cámara Alta, dijo que solicitará una revisión a la Ley General de Educación.
Para el presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Eduardo Hidalgo, los malos resultados de PISA se deben a la deficiente formación de los egresados de las escuelas de Pedagogía del país, razón por la que instó a los Ministerios de Educación y de Educación, Ciencia y Tecnología a establecer un solo programa de formación de los maestros en las 22 universidades que imparten la carrera.
En tanto, la expresidenta del sindicato de maestros, María Teresa Cabrera, entiende que la prueba debe servir para que el Gobierno someta a análisis las inversiones que ha estado haciendo en materia educativa, tras considerar que la formación docente, la mejora de las condiciones laborales y la aplicación de políticas integrales, son claves para lograr avances en este sector.
Mientras que, el ex rector de la universidad estatal, Roberto Reyna, considera que el Estado debió invertir más en infraestructura, y en capacitar los maestros.
“Uno de los grandes desafíos que tiene el Estado es que la inversión en la educación debe ser mayor en la infraestructura para terminar en el menor tiempo posible esa meta. Dotar de laboratorios, de equipos y de las infraestructuras escolares al país, debió ser una inversión de 80% de todo lo que se invirtiera de ese 4% del adicional que se generó con la ley del 4% para que las 29 mil aulas estuvieran en el primer año como era la meta y no en dos o tres años como es”, explicó.
Para el coordinador de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario, la educación no sólo debe enfocarse en los resultados escolares, sino que debe involucrar a la familia.