Hace unos días me visitó un empresario con el cual mantengo relaciones comerciales. La conversación trató sobre los problemas que atraviesa el sector.
Siempre me gusta oír a otros porque muchas veces uno se encierra en sus problemas o éxitos y pasa por alto la realidad del entorno.
Empezamos por la enorme competencia que se da ahora con todas las plazas recién construidas. Le recordaba que eso pasó también a principios del 2000 y que desgraciadamente muchas de ellas se convirtieron en oficinas cerrando los locales comerciales.
Sin duda tal y como comentaba el amigo comerciante hace diez años no se enfrentaba con la competencia de las compras por internet, me habló de una modalidad que no conocía, “ el tanque” que es una medida usada por dominicanos que viven en el exterior y envían en vez de remesas un tanque con comida ropa, pequeños electrodomésticos, medicinas, perfumes, zapatos y esto tiene un impuesto fijo que es mucho menor a lo que pagamos por las importaciones que hacemos para suplir nuestros negocios formales.
Conversamos sobre las pacas y como ya había mencionado antes, estas vienen no solo con ropa usada sino ropa nueva, que de nuevo evaden pagar los impuestos que los negocios formales pagamos.
Me contaba cómo hace cinco años tenía una empresa que fabricaba ropa para sus propias tiendas, pero el uno por ciento de los activos y las prestaciones lo obligó a cerrar en poco tiempo.
Mi gran amiga Marisol Vicens decía: “El verdadero líder no es el que intenta complacer a todos, sino el que sabe tomar decisiones que serán beneficiosas para todos”. Esto especialmente para mis grandes amigos Gabriel del Río y Pepe Abreu, que deben empezar a ejercer el liderazgo que ambos tienen en el sector sindical y juntos buscar soluciones, no podemos seguir centrados en los esquemas de hace diez años cuando no existía la ley de seguridad social que ha puesto sobre el comercio y la industria una enorme presión financiera.
Para muestra están los datos del Banco Central donde el crecimiento de la economía en este último trimestre estuvo cimentado en minería, telecomunicaciones y finanzas. Los sectores que realmente generan empleos decrecieron y esto sigue siendo preocupante.
Volviendo al amigo comerciante, me refería que no soportan ya la enorme carga que significa el alquiler en las plazas, mantenimiento, salarios, energía y el pagar impuestos aun no teniendo beneficios, lo que les obligaba a poner más dinero o salir a buscar prestamos para cubrir su falta de liquidez.
Para ir más lejos me decía que está haciendo un cierre organizado y que para enero ya no tendrá tiendas. De cien empleos formales que generaba, en enero serán cero.
Para que los lectores tengan una idea, la única forma de hacer rentable un negocio es que el alquiler que se paga no sobrepase el 10% de las ventas, que mantenimiento, salarios y gastos sociales no sean mayores de un 15% y los gastos de publicidad y financieros nunca sobrepasen un 5%. Esto hay que agregar el gasto de prestaciones, energía, material gastable que nunca deben estar por encima del 5%.
Para esto supone que el margen bruto nunca sea menor del 50% por ciento, de lo contrario, la matemática es sencilla, el comercio no le quedara más remedio que cerrar. Para algunos lograr un margen bruto del 50%, parecería fácil para otros incluso excesivo, pero olvidan que la competencia obliga a que las tiendas hagan especiales en ciertas épocas del año lo que erosiona el margen y termina por generar pérdidas al final del periodo.
En un programa esta semana comentábamos que la economía nuestra se ha convertido en una economía muy cara y que no es al gobierno al que solo podemos culpar, lo somos todos de alguna forma, ya que siendo un país pobre pretendemos vivir por encima de nuestras posibilidades.
Mientras de cada cien empresas solo cinco presenten impuesto sobre la renta el peso será muy fuerte y terminaremos todos por caminar hacia la informalidad. Pagamos un Itebis por encima del promedio de la región, sin embargo nuestras recaudaciones están por debajo del promedio, esto puede achacarse a la evasión, a la informalidad o a las exenciones, pero la realidad es que hay que repensar la economía.
Controlados los gastos y con un horizonte de reducción del déficit entendemos que ha llegado el momento del pacto fiscal que nos queda pendiente para que podamos impulsar empleos de calidad y salarios dignos, tal como ha dicho el presidente Medina es el objetivo de su gobierno y debe ser el objetivo de todos.