El Consulado Dominicano en Nueva York reconoce que los deportados criollos viven “un drama”, pero asegura que la asistencia a sus niños es responsabilidad de EE.UU. Tamayo Tejada, vicecónsul y encargado del Departamento de Visa y Protección del Dominicano, recordó que los hijos de los deportados, al ser de nacionalidad estadounidense, el Estado se encarga de administrar su custodia y velar por su formación, protección y asistencia social. Sin embargo, explicó que el Consulado apoya a padres repatriados que inician procesos judiciales en demanda de la custodia de sus hijos.
“Algunos dominicanos no reclaman ninguna ayuda y simplemente se acogen a su destino y se van. Otros se ponen a pelear sus casos y, cuando el Consulado interviene, les prestamos la ayuda y hemos tenido muchos casos (de deportados) que hemos resuelto”, dijo Tejada, consultado sobre la investigación de la dominicana Fénix Nikaurys Arias, directora de la División de Pruebas de Asuntos Académicos de la Universidad de Nueva York (Cuny), que aborda los males que sufren los hijos de los descendientes de los repatriados dominicanos y que, por lo general, residen en las localidades geográficas de Estados Unidos poco favorecidas con servicios de salud y educación.
Arias recuerda que según el Censo de 2010, los dominicanos, con 1.4 millones de personas, ocupan el quinto lugar entre los diez grupos más grandes en Estados Unidos. Señala que el 23% de la diáspora criolla se concentra en Massachusetts y el 19.7% en la ciudad de Nueva York. Indica que la edad promedia del dominicano es 29 años; el 57% nacieron en territorio dominicano, y el 70% ya son ciudadanos estadounidenses; se proyecta que solo el 25% son graduados de bachiller; y solo un 15% tienen una licenciatura.
Destaca que un dato que “se utiliza para proporcionar los recursos de los distritos escolares y de servicios sociales es el presupuesto anual y, los dominicanos, aunque se reconoce que no reportan todos sus impuestos, ocupan el lugar número diez, con 35 mil dólares al año, el presupuesto más bajo de los grupos (migrantes)”. Esto indica que “el 25% de la población vive en pobreza”.
Además que sólo el 23% cuenta con seguro médico y sólo 25% son dueños de viviendas. El estudio indica que la pobreza de las familias dominicanas, y de sus niños, se agrava con las deportaciones.
