La semana pasada habíamos empezado a relatar como resultado de nuestra participación como panelista en el estudio que desarrollaron el Banco Mundial y el Intec, el efecto del embarazo precoz en las adolescentes, este artículo es la continuación y conclusión del mismo.
De los países analizados Bolivia, Colombia, República Dominicana, Haití, Perú y Honduras, somos nosotros los de mayor tasa de embarazos en adolescentes. Es un dato que nos debe mover a preocupación ya que como hemos visto en el desarrollo de nuestros comentarios el embarazo temprano reduce la posibilidad de una mejor educación, un mejor trabajo y algo importante salir de la marginalidad.
Hay que imaginarse el impacto económico que significa un embarazo prematuro, no solo en la madre y la pareja, sino que eso se transfiere a toda la estructura familiar ya que se debe competir con recursos escasos, que también tendrán consecuencias en el desarrollo futuro del niño, ya que carecerá de alimentos apropiados en la temprana edad que afectará su desarrollo.
El estudio de Gómez y Campos concluye que el embarazo en adolecentes reduce años de escolaridad, reduce la asistencia escolar y disminuye el número de horas de trabajo. Sin embargo, algo interesante a notar es que el mayor número de embarazos tempranos se da en los años en los que se completa la educación primaria y secundaria, lo cual nos lleva a concluir que la permanencia en la escuela es un factor que limita el embarazo anticipado.
Una de las consecuencias negativas para la madre adolescente es el riesgo de mortalidad, la muerte del feto e incluso el suicidio y según el estudio es mucho más difícil el matrimonio de una madre adolescente quedándose a vivir como madre soltera con las implicaciones económicas y sicológicas para el niño o niña que cargarán por el resto de sus vidas la ausencia de una figura paterna sin contar con las limitaciones de ingresos que la situación de vivir en un hogar de madre soltera, y que se ha determinado que los niños presentan bajo rendimiento en pruebas cognitivas, problemas conductuales, repetición de grados.
Se destaca que las madres que asisten a la Maternidad la Altagracia y San Lorenzo de los Minas, las deficiencias con que son atendidas en el preparto y en el parto son de índoles significativas, un aspecto a trabajar sin dudas. Algunas de las condiciones encontradas son, poca información, falta de recursos, malas prácticas, y peor aún, un manejo poco transparente en el cobro de medicamentos. Los medicamentos son entregados de acuerdo a la disponibilidad bajo el Programa Nacional de Atención Integral a las Adolescente (PRONAISA).
El seguimiento de los pacientes es deficiente, se llevan récords de forma manual con poca interrelación entre los diferentes departamentos del hospital.
El costo del parto oscila entre RD$14,481 y RD$55,059, esto pone una presión adicional en familias de ingreso mínimo y muchas sin seguro médico aun cuando asisten a clínicas privadas en busca de una mejor atención
Finalmente y como una conclusión de lo que significa este drama no solo para la joven embarazada con lo que será su cambio de vida, sino también para una sociedad que deberá invertir más de 2,000 millones de pesos de un presupuesto de salud limitado. Trastornará el presupuesto familiar y de acuerdo a los médicos encuestados 7 de cada diez adolescentes sufrirá de anemia y habrá casos en que deberá ser internada.
Todo es consecuencia de una sociedad que no ha logrado redistribuir correctamente las riquezas, falta de oportunidades, educación sexual escasa, hacinamiento, y tradiciones familiares que inducen a un machismo desde temprana edad, lo que queda demostrado que un 67% de los jóvenes menores, a los 18 años ya han tenido su primera relación.
También me atrevería a decir que mucho de esto tiene que ver con las creencias religiosas, que no están de acuerdo con los métodos anticonceptivos, dejo al público este tema espinoso de por sí, que sin duda será de los temas que la Iglesia deberá abordar en un futuro no muy lejano para evitar que la población siga creciendo, la llegada al mundo de niños no deseados que no tendrán las oportunidades de una familia funcional y mucho menos acceso a recursos que les permita una vida sana y un futuro que los convierta en un ciudadano útil.
Espero que para los lectores este estudio sea igual de importante que para mí y mucho más allá de comentar el esfuerzo de técnicos de dos estudios encaminados hacia un mismo fin, que sea una voz de alarma para que se convierta en política de salud del Estado. Que escuelas y colegios tomen en serio el problema que significa personal y económico un embarazo precoz.
Hacer un esfuerzo principalmente en los últimos cursos de primaria y secundaria para impartir clases sobre los riesgos de los embarazos precoces y la iniciación temprana en el sexo. Fortalecer el marco legal, la promoción de la educación y los derechos sexuales.
Debemos evitar que el embarazo precoz se convierta en un problema mayor por la falta de recursos de la mayoría de las adolescentes e incluso esto puede llevar a círculos viciosos permisivos por la falta de recursos y soluciones como consecuencia de la marginalidad en que viven. Hay que mejorar y ampliar la idea de agencia para como decíamos al principio estas jóvenes tengan metas, tengan autoestima, interés por los estudios y pospongan las relaciones sexuales hasta que realmente estén “maduras”, que no sean víctimas de una prisa de la cual se arrepentirán por el resto de sus vidas.
Mis felicitaciones a los técnicos del Banco Mundial y del Intec que presentaron este estudio al Fondo de Población de las Naciones Unidas. A mi buen amigo Benjamín McDonald por haber puesto la confianza en mí para comentar un estudio que reviste una enorme importancia para el desarrollo de la juventud de República Dominicana.
