Por Frank Escobar
Cuando hablamos de viajar a Asia a veces tenemos miedo por ser una cultura muy diferente a la que estamos acostumbrados, y eso es parte de lo que hace tan interesante este destino.
Hong Kong se divide en dos: Kowloom y Hong Kong Island. Cada lugar tiene cualidades diferentes que te llevan a conocer ambas partes; lo puedes hacer a través de un ferry (lo recomiendo) y apreciar la impresionante vista. También puedes tomar el tren (uno de los más accesibles, limpios y modernos que he visto) o cruzar por el túnel en vehículo.
Al otro lado: la isla de Hong Kong
A los que como yo les gusta la vida nocturna, del otro lado, en Hong Kong Island (Central), encontrarán la metrópolis de la ciudad. Está compuesta por cadenas de hoteles modernos, boutiques, restaurantes, bares, discotecas… La moda y la ropa de diseñador predominan en esta área.
SAI KUNG
Situado junto al muelle en el centro de Sai Kung, en Hoi Pong Square encontrarás una docena de restaurantes de pescado de gran calidad. La increíble variedad de mariscos frescos en las peceras situadas fuera de los locales, y las agradables vistas del mar, le dan aún más encanto a esta experiencia gastronómica incomparable.
ARRIÉSGATE EN KWOLOOM
En Kwoloom se encuentran la mayoría de los hoteles de renombre de la ciudad, siendo el Península la parada obligada. Sentarse en su lobby, tomarse un buen vino y apreciar la música sinfónica en vivo, además de una arquitectura impecable con la que tendrás la sensación de estar en una de las salas del palacio real, es toda una experiencia. Allí, las cadenas de tiendas de las firmas más famosas adornan su pasillo, convirtiéndolo en un it place para los amantes de la moda.
Desde este spot puedes salir a la calle Nathan Road, una larga avenida –de las principales de Kwoloom–, que está llena de tiendas, restaurantes, centros comerciales y también de masajes.
El karaoke es una de las actividades principales de la zona, por supuesto, la mayoría de las canciones son en su idioma, aunque encontrarás una que otra en inglés.
En cuanto a sus edificaciones, me encanta el contraste. Es decir, puedes ver un edificio muy moderno lleno de luces y pantallas de led y por el otro lado ver un frutero, patos colgando de una vitrina, tiendas de mariscos o de té, para un mix entre lujo y folclore.
VICTORIA PEAK
La vista más impresionante y hermosa que mis ojos han visto se encuentra en este lugar. Uno de mis lugares favoritos del mundo. Para llegar, debes tomar un tren que va por una montaña bien elevada dándote la sensación de que el tren se irá para atrás; cuando llegas a la cima pareces estar en el cielo. Tendrás la vista de todo Hong Kong, en una perspectiva que sin duda sacarán lágrimas hasta al más fuerte. La sensación es diferente si lo visitas en el día o en la noche. Así que recomiendo que intentes visitarla en ambos horarios.
BUDA GIGANTE
Un viaje a Hong Kong no estaría completo sin una visita al Buda de bronce sentado al aire libre más grande del mundo que descansa sereno sobre la altiplanicie de Ngong Ping, en medio del espléndido paisaje de montaña de la isla de Lantau. La majestuosa figura tiene 34 metros de altura, se realizó en China y el trabajo de fundición duró más de 10 años. Los visitantes pueden subir los 268 escalones para llegar hasta la plataforma donde se encuentra la estatua. La tranquilidad y paz que sientes al llegar a la cima es renovadora.
Lan Kwai Fong
¡Cuántas memorias en esta calle! Es muy parecido a Nueva Orleans, la gente anda llena de collares, encontrarás infinidades de bares y restaurantes temáticos. Mi preferido era Margarita, pues ahí ponían merengues de Juan Luis Guerra, Sergio Vargas y Pochi y Familia; entonces, como buen dominicano, me lucía bailando.
MERCADOS CALLEJEROS
Los viajeros más aventureros no pueden perderse los mercados callejeros que ilustran la vitalidad de la cultura de Hong Kong. Entre ellos destacan el nocturno Temple Street, el de jade y el de flores. Sin embargo, hay que destacar el Ladies Market, pues allí encontrarás artesanía, ropa, accesorios, artículos para el hogar, souvenires, tecnología… Puedes visitarla desde primeras horas de la tarde.
