Los problemas con el tránsito en República Dominicana van más allá de la imposibilidad de las autoridades para hacer cumplir las leyes; el inconveniente también lo representan la mayoría de los ciudadanos, pero más específicamente los choferes de vehículos públicos, con la forma en que conducen sus vehículos por las calles del país.
La prisa por alcanzar un pasajero antes que algún otro chofer de carro o guagua pública provoca que estos conductores incluso suban de forma abrupta a las aceras de las calles, lo que pone en peligro la vida de los peatones.
Esta infracción es constante en la avenida John F Kennedy próximo a su intersección con la calle Doctor Defilló, donde los choferes suben a la orilla por donde deben caminar los peatones.
La ausencia de miembros de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) en la zona es un factor que incrementa la probabilidad de que alguna persona muera atropellada por la falta de conciencia de los conductores de guaguas públicas.
Hace unos meses, una guagua del transporte público arrolló a una estudiante en esa intersección cuando se subió a la acera. La joven, de 14 años, estaba esperando para cruzar la avenida e iba con destino a un liceo.