El uso clientelar del presupuesto de la Cámara de Diputados viola los mandatos de la Constitución y representa una vergüenza para la democracia nacional. En la afirmación coincidieron ayer el director ejecutivo de la Asociación Dominicana contra la Corrupción (Adocco), Julio César de la Rosa, y el coordinador de la entidad cívica no partidista Participación Ciudadana, Francisco Álvarez, quienes condenaron el hecho de que el gasto de la Cámara Baja se disparara en más del 63% durante el mes de mayo, en aparente relación con las actividades proselitistas desarrolladas por los legisladores en las pasadas elecciones.
Según Álvarez, la administración de la cámara que preside Abel Martínez no tiene argumentos válidos que justifiquen la entrega de dinero a los legisladores para que hagan regalos por el Día de las Madres ni para que realicen obras de asistencia social, pues las funciones de los miembros del Congreso son legislar, fiscalizar y representar a los votantes.
“Esto debería mover automáticamente a la Cámara de Cuentas a realizar una auditoría de lo que ha acontecido en la Cámara de Diputados, para determinar las razones que dieron lugar a este gasto excesivo”, declaró luego de recordar que el uso de recursos públicos durante la campaña fue una tendencia en la mayoría de las instituciones del Estado.
Propuesta
Mientras tanto, Julio César de la Rosa propuso que los recursos que la Cámara de Diputados destina al asistencialismo de los seguidores de los legisladores se traspasen a las áreas institucionales que, a su juicio, más lo necesitan, como el sistema educativo y los programas de formación de ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes.
Durante el pasado mes de mayo la Cámara de Diputados disparó la ejecución de su presupuesto hasta RD$391 millones 267 mil, pese a que su gasto promedio mensual había sido de RD$239 millones 136 mil, para una diferencia de RD$152 millones.
