En un comunicado de prensa, AT&T señaló que puso fin a las discusiones con la compañía alemana Deutsche Telekom, propietaria de T-Mobile.
El anuncio de At&T se produce dos semanas después de que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos indicara que el acuerdo de fusión entre la segunda y la cuarta compañía de teléfonos móviles en Estados Unidos hubiese perjudicado a los clientes.
Por la disolución del contrato de compra, Deutsche Telekom recibirá 3.000 millones de dólares, además de tener la autorización para usar la red del rival y recibir codiciadas frecuencias de radio.
AT&T estimó que el total del paquete de compensación le costará 4.000 millones de dólares. Deutsche Telekom indicó que espera que el pago se haga efectivo todavía este año.