Cada año, en Nochebuena, es común que algunas personas ingieran alimentos y bebidas en exceso, lo que trae consigo las intoxicaciones. “En la gastronomía navideña se consume una amplia variedad de bebidas alcohólicas, así como un menú variado de comida que, en ocasiones, como se comparte en familia, se suele comer más cantidad de lo habitual, lo que lleva a aumentar de peso y a sufrir intoxicación”, explica la nutrióloga Annie Veloz.
Para la doctora, la principal causa de daño son los excesos, ya que el organismo es incapaz de digerir tanta comida como las grasas y dulces, así como el abuso de las bebidas alcohólicas; y también puede deberse a que los alimentos no han tenido una manipulación adecuada que los mantenga libres de contaminación y toxinas.
La doctora explica que una vez las carnes y las ensaladas están cocinadas pueden sufrir cambios, si no se siguen estándares de oportuno procedimiento y almacenamiento, lo que puede aumentar el riesgo de contaminación.
“Estos deben refrigerarse porque son estériles y pueden producir bacterias hasta alcanzar los niveles nocivos”, señala la nutrióloga.
Recuerda, que las comidas restantes (para recalentar), deben congelarse inmediatamente, colocar la fecha en el recipiente y que no pase más de 24 horas, para reducir riesgos de contaminación. Para las ensaladas se recomienda consumirlas solo recién hechas o frescas, manifiesta Veloz.
“Al día siguiente, se debe consumir hortalizas frescas, frutas, carnes al horno o la plancha, cremas o sopas y batidas verdes, así reducimos los riesgos de contaminación y nos ayudamos a bajar la ingesta de calorías para no aumentar tanto, y así disfrutar de unas felices fiestas navideñas sin complicaciones ni remordimientos”.
Cabe resaltar que beber alcohol en demasía provoca daños al organismo, la persona puede quedar inconsciente, y en niveles extremos puede llegar hasta la muerte.
Ante todo esto, la doctora sugiere la moderación de la ingesta de alimentos y bebidas, mantener la higiene en la preparación y una conservación adecuada.
Asimismo, el Ministerio de Salud aconseja elegir alimentos ligeros, jugosos, ensalada verde (lechuga, tomate, pepino, repollo, rábano y otros) a la que puede agregar trocitos de frutas como mandarina, naranja, manzana, uvas, semillas de cajuil, almendras y nueces. También, ensaladas de vegetales bien cocidas (papa, zanahoria, remolacha, brócoli, coliflor, repollo, tayota y auyama.
Debe aderezar vegetales y/o verduras con condimentos naturales y aceite vegetal: oliva, soya, canola; limón, naranja agria, cebolla, ajo, albahaca, apio, menta y cilantro.
Además, reducir el consumo de sal, comer despacio y masticar bien los alimentos; moderar la cantidad de alimentos que va a consumir, como el arroz, pasteles en hojas, víveres, pan, dulces navideños y postres; e incorporar las frutas de temporada como mandarinas, naranjas uvas y manzanas.
De igual forma, seleccionar piezas de carne magra de pollo, pavo horneado o cerdo, despojándolas de la piel y las grasas que contienen; consumir agua y moderar el uso de bebidas alcohólicas, por ejemplo, una a dos copas de vino tinto puede ser una buena elección; lavarse las manos antes de preparar los alimentos y antes de comerlos.
Después de la cena, si quedan algunas raciones guárdelas inmediatamente en la nevera, de esta forma evita la descomposición.
Temperatura adecuada para los alimentos
Las provisiones crudas, como carnes, aves, pescados y mariscos, huevos, leche no pasteurizada y otros productos lácteos, son propensos a contener bacterias. Si estos no se cocinan o conservan adecuadamente pueden ser muy peligrosos a la hora de la ingesta. Por ejemplo, si las comidas calientes y frías no se mantienen a los grados recomendados se pueden multiplicar las bacterias.
En este caso, los alimentos fríos se deben colocar en la nevera por debajo de los 40 grados, y las calientes por encima de los 140 grados.
Los bacilos se reproducen de manera lenta cuando los alimentos están refrigerados; en los congelados, éstos pueden disminuir.
Sin embargo, las bacterias en alimentos refrigerados o congelados tienen la posibilidad de activarse cuando estas porciones se llevan a temperatura ambiente por mucho tiempo, lo que puede provocar enfermedades.
Higiene
Si en la preparación de los alimentos estos no se lavan de manera correcta, los virus y las bacterias pueden ocasionarle daños graves a su salud.
Conservación
Las comidas calientes y frías deben conservarse a temperatura adecuada, porque de lo contrario, los gérmenes se multiplican.