Aunque el presidente Leonel Fernández prometió, en su discurso de toma de posesión del 16 de agosto de 2004 instalar en el país communitys colleges (colegios comunitarios), su gestión tardó ocho años en terminar el primero, que se construye en el distrito municipal San Luis, sobre unos terrenos pantanosos que generan problemas de inundación a la gigantesca obra y a los sectores circundantes.“Instalaremos centros comunitarios tecnológicos y telecentros, tanto en la zona rural como urbano-marginal y daremos origen a los primeros colegios comunitarios, o community colleges, como se conocen en Estados Unidos, para el rápido adiestramiento de la fuerza laboral joven en nuestro país”, dijo el presidente Fernández al retornar al gobierno.
Los vecinos de La Colonial 1 y La Colonial 2, de San Luis, cuentan que para construir el Instituto Tecnológico Comunitario (Itesco) en la comunidad San Luis, Santo Domingo Este, la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe) rellenó dos pequeñas lagunas que se conectaban con una mayor, conocida como La Balsa, ubicada a menos de un kilómetro de la infraestructura.
Fernando Bautista, un desabollador y pintor de 51 años de edad, lleva más de cuatro décadas viviendo en La Colonial 1, un sector que antes era conocido como Sabaneta. “Todo se inunda por aquí, todas las casas se inundan. El agua viene de la universidad (del Itesco)”, dice.
Para demostrar sus palabras, muestra el escaso mobiliario de su vivienda ennegrecido por el lodo, al igual que las paredes de blocks sin emppañetar.
Medios digitales de la zona oriental se hacen eco de las preocupaciones de los vecinos del Itesco, por las inundaciones que producen sus constructores al extraer agua y lanzarla a las calles, y porque muchos sospechan que tiene vicios de construcción.
Sin respuestas
Ingenieros de la Constructora Mar, que ejecuta el proyecto, rehusaron ofrecer detalles, alegando que todo lo concerniente a la obra debe ser tratado por Mary Tavares, encargada de proyectos especiales de la Oisoe. Sin embargo, la funcionaria tampoco aceptó referirse al tema.
“Han habido muchos rumores de que la construcción va a colapsar y de que se inunda, por eso yo fui con nuestro ingeniero y ellos nos dijeron que la construcción iba bien”, explica Rodolfo Valera, director del ayuntamiento de San Luis.
“No nos dieron copias de estudios de suelo, pero vimos el proceso de construcción desde los inicios, porque aunque no éramos alcalde somos de la zona, y ahí se trabajó mucho tiempo para mejorar el suelo”, indica Valera.
Rubén Hernández, presidente de la Junta de Vecinos de La Colonial 2, recuerda que hace unos ocho meses se desplomó todo el techo de uno de los edificios del Itesco cuando los obreros acababan de vaciar el concreto.
Explica que como la obra duró un tiempo paralizada el falso piso se encontraba podrido. “Los puntales tenían más de dos años puestos y no los removieron. No se dieron cuenta en las condiciones que estaba para echarle el plato”.
El proyecto comenzaría a operar en junio de 2005 con la impartición de diversas carreras. En diciembre de 2004 la ministra de Educación Superior, Ligia Amada Melo, anunció que la gestión de Fernández construiría cuatro communitys colleges en Santo Domingo, Santiago, La Romana y el Sur, que contribuirían a formar jóvenes de escasos recursos para apoyar su ingreso al mercado laboral.
El presidente Fernández dejó iniciado los trabajos del centro en agosto de 2005. Pero los terrenos se empezaron a remover siete meses después.
Hace una semana el mandatario supervisó la obra que espera inaugurar este mes. La Oisoe explicó que el complejo, compuesto por 13 edificios levantados en 62,513 metros cuadrados, tiene capacidad para 15 mil estudiantes y costará RD$1,600 millones.
Suelos arcillosos
El geólogo Osiris de León señala que en la zona donde se levanta el Itesco “está caracterizada por extensos depósitos de arcillas calcáreas de muy mal comportamiento sísmico y de baja capacidad para drenar. Eso explica que esa zona se inunde con las lluvias”.
Asegura que a esto se suma el hecho de que los citados suelos son “de muy mala respuesta sísmica, ya que las arcillas son suelos flexibles que amplifican el espectro sísmico”.
