En lo que va de temporada ciclónica se han formado en el Atlántico 15 depresiones tropicales, 14 tormentas, de las cuales seis han llegado a huracán y de estas tres han alcanzado intensidades superiores a categoría 3.El huracán Alex se formó fuera de temporada el 12 de enero y se disipó el 15 de ese mismo mes. La tormenta tropical Bonnie también se formó el 27 de mayo pasado, días antes de iniciar la temporada de huracanes, y se disipó el 5 de junio. Luego le siguieron las tormentas Colin (sobrevivió del 5 al 7 de junio) y Danielle (subsistió del 19 al 21 de junio) que se fortalecieron durante el mes de junio, mientras que en julio no hubo actividad tropical en el Atlántico. Los meses más activos en la aparición de ciclones tropicales han sido agosto y septiembre: agosto con tres huracanes: Earl, Gaston, Hermine; la tormenta Fiona y la depresión Ocho. Y septiembre con las tormentas Ian, Julia, Karl, Lisa; y el huracán Matthew, que se formó el 28 de septiembre y permaneció hasta el 10 de octubre provocando efectos diversos desde Colombia, Haití, Jamaica, Cuba, República Dominicana, Bahamas, Florida y otros Estados del este de Estados Unidos.

En total, en agosto y septiembre se formaron 10 ciclones tropicales: 4 huracanes, 5 tormentas y una depresión. Y a principios de octubre se fortaleció Nicole, que ha alcanzado categoría 3 en el Atlántico.

Matthew estimuló crónicas en medios sobre los ciclones que nos han impactado en los últimos 50 años. Cabe contar también que se han buscado formas de disipar o prevenir estos fenómenos. En los años 60 y 70 en Estados Unidos surgió la idea de que sería posible disiparlos sembrándolos de yoduro de plata, aunque se determinó que eso tendría efectos muy ínfimos sobre el fenómeno. También se pensó en echar hielo seco sobre el ciclón, remolcar témpanos de hielo hacia las zonas tropicales para enfriar las aguas oceánicas y hasta bombearlas con agua fría. Pero el arsenal físico-químico disponible resultó ser demasiado débil contra un fenómeno térmico tan fuerte. Lo único que puede hacerse es prepararse debidamente para limitar las pérdidas humanas y materiales. 

Alex, Bonnie, Colin, Danielle, Earl, Fiona, Gastón, Hermine, Ian, Julia, Karl, Lisa, Matthew, Nicole, Otto, Paula, Richard, Shary, Tobías, Viginie Walter. ¿Les parecen nombres simpáticos? Son las identidades de los posibles huracanes, tormentas y ondas tropicales que están supuestos a formarse en esta temporada ciclónica que precisamente se inició el recién pasado 1ero. de junio.
La Dirección Nacional de Meteorología advierte desde ya que esta será otra temporada sumamente activa y que se proyecta en 22 la cantidad de fenómenos atmosféricos que podrían formarse para este tiempo, aunque “sólo 16” podrían derivar en tormentas .
Quizás ninguna de estas informaciones sea novedosa porque cada año, para esta fecha, comenzamos a sentir la presión de estos fenómenos debido a que estamos en la ruta que les regaló la naturaleza para su desplazamiento. Aunque los expertos siguen hablando de temporada ciclónica para esta fecha, ya la naturaleza se han encargado de darle algunas sorpresas como las tormentas Noel y Olga en un diciembre o Alex en enero de este año. Se espera que esta temporada se coloque por encima de media, debido a una combinación de factores que incluyen una transición a La Niña y altas temperaturas en el Golfo de México y en la región de desarrollo principal cerca Cabo Verde.

Interesante

Lo nuevo de esto es que las autoridades, poco a poco, hacen esfuerzos por adelantarse a su paso y toman medidas de prevención para tratar de amortiguar sus efectos.

De un tiempo para acá el Gobierno ha ido preocupándose por crear un fondo de contingencia, de modo que si alguno de ellos llegara a impactarnos, no encuentre al país desprovisto de recursos para socorrer a los más afectados.
Meteorología y los organismos estatales de prevención y socorro han informado que desde hace tiempo vienen ejecutando planes preventivos para brindar un mejor servicio realizando campañas en coordinación con otros órganos del Estado y el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ya trazó su plan operativo. Creo que la mejoría en estos aspectos es notable. l