La República Dominicana representa el décimo mercado a nivel mundial para las exportaciones centroamericanas; de ahí la importancia que esta región le otorga a nuestro país. Para países como El Salvador, somos el tercer mercado de destino de sus productos fuera del mercado común centroamericano, superados únicamente por Estados Unidos y Panamá. Firmamos hace ya más de una década un acuerdo de libre comercio, el cual luego ampliamos en cobertura y lo blindamos con mayor seguridad jurídica al introducirlo dentro del texto del DR-Cafta. Paradójicamente, tenemos con Centroamérica no uno sino dos acuerdos de libre comercio, vigentes y operativos.
Nuestra cercanía geográfica y similitudes económicas hacen que seamos mercados naturales mutuos. Centroamérica entendió esto desde un inicio, y debido a su experiencia en procesos de integración comercial, salió delante en la gatera y desde entonces ha sido difícil poderlos alcanzar. Nuestras exportaciones han crecido; de hecho, se han más que quintuplicado desde el año 2000, pero algo similar ha sucedido con las importaciones que realizamos desde dicha región. Debido a que ellos contaban con una base más grande y diversificada, hemos visto en términos absolutos deteriorar nuestro déficit comercial. Sin embargo, las últimas cifras de comercio publicadas por fuentes oficiales centroamericanas nos indican que hemos ido cerrando esta brecha. En el 2012 enviamos más de US$330 millones en exportaciones e importamos US$460 millones. Esto arroja que por cada dólar que vendemos compramos 1.4 dólares a Centroamérica. Sin embargo, para sorpresa, el principal rublo de exportación registrado son hidrocarburos, aglutinando el 70% de la que vendemos a dicha región. Debido a que no producimos petróleo, esto debe tratarse de trasbordos logísticos, por lo cual es prudente segregarlo del análisis.
Al excluir los hidrocarburos nuestras exportaciones alcanzaron US$93 millones, comparadas con US$454 millones de importaciones que realizamos desde Centroamérica. Esto arroja un déficit comercial de US$361 millones. Ahora bien, al comparar los últimos tres años, se aprecia que las importaciones procedentes de Centroamérica se han estancado, se mantienen estáticas, mientras que las exportaciones dominicanas no petroleras aumentaron ligeramente. Esto ha permitido que la relación de 6 a 1 que teníamos en el 2010 se reduzca en el 2012 a 5 a 1. Con países como Costa Rica la relación pasó de 9-1 a 7-1. Con El Salvador de 15-1 a 9-1. Con Guatemala pasó de 4-1 a 3-1. Si bien aún mantenemos un importante déficit comercial, se han ido cerrando levemente las brechas. Varias razones pueden estar incidiendo en esta mejoría: primero, una mayor atención de nuestros exportadores hacia el mercado centroamericano; segundo, la apreciación de varias de sus monedas lo que nos brinda una ventaja relativa; tercero, un mayor dinamismo en sus niveles de consumo que los nuestros, y cuarto, la focalización de nuestras aduanas de no otorgar preferencias arancelarias a productos producidos bajo zonas francas o regímenes especiales.