Santiago. La Mediateca del Centro León acogió la exposición La Muñeca Viajera, una selección de 78 muñecas de la colección Rosa Tavárez de Cabral donada a la entidad en el 2001.
La muestra, que contiene muñecas de todos los continentes, se complementa con 13 piezas facilitadas en calidad de préstamo temporal por Julia Amelia Cabral de Thomén. Esta exhibición es parte del programa Revelaciones de Nuestra Colección, ideado por don José León Asensio, presidente de la Fundación Eduardo León Jimenes.
Luis Felipe Rodríguez, gerente de programas culturales, al conducir el acto inaugural, expresó que tanto León Asensio como María Amalia León de Jorge, desde el Centro León y Fundación Eduardo León Jimenes, siempre han querido dar prioridad al estudio y difusión de los bienes culturales que han recibido como generosos aportes de ciudadanos comprometidos con la nación y la cultura dominicana. “La Muñeca Viajera parte precisamente de un discurso de ruptura con la tradición meramente lúdica con la cual vemos usualmente a las muñecas, para rescatar de ellas no solo su carácter divertido, sino también su dimensión estética, histórica y geográfica”, dijo León de Jorge durante el acto de apertura.
Julia Amelia Cabral de Thomén agregó que “al cerrar la casa familiar pensamos siempre que este sería el lugar adecuado para conservar este pequeño legado. Al ser esta colección de mi madre y estando aquí sus nietos y biznietos, me gustaría recordar un poco su historia.”
Cabral recordó que en la casa materna, dentro de un mueble de vidrio con fondo de espejo, se encontraba en exhibición la colección de muñecas de alrededor del mundo, repleto también de figuritas que llegaban hasta el techo. Explicó que las colecciones de viajes como platones, cucharitas, postales, sellos y muñequitas formaban parte del decorado de cualquier casa, ya que “se intentaba retener los momentos a través de las cosas y no de las imágenes”.
El acto también contó con matices de danza, con las alumnas del Ballet Clásico Santiago, dirigido por Norma García. Las bailarinas interpretaron un fragmento de Cascanueces.